Un día cualquiera, Irene Sandoval, quien vive en Charlotte desde hace más de una década, se contactó como de costumbre con su familia en Costa Rica. Allí se enteró de que su hermana mayor, María del Pilar, se encontraba en el hospital y que le estaban haciendo unos exámenes de rutina. Irene le envió un mensaje por WhatsApp, le dijo que estaba pendiente, incluso bromearon sobre sus mascotas. Todo parecía normal. Nunca imagino que ese sería el último contacto que tendría con ella.
Así inicia “Once días”, un desgarrador relato que narra de forma vívida las últimas horas de vida de María del Pilar y cómo este doloroso suceso transformó la vida de su familia.
En este libro, su autora nos invita a explorar de forma honesta y sin filtros el torbellino de emociones alrededor de una tragedia familiar, sobre la impotencia y las dolorosas preguntas que cruzan por la cabeza de quienes por emigrar están lejos de sus seres queridos.
“El duelo es un camino sumamente íntimo y personal y no hay reglas establecidas ni orden que valga”, advierte la obra.
Sin embargo, este libro no es simple ejercicio de catarsis, ni una apología al dolor, sino que es una celebración de la vida, un homenaje a la memoria de quienes forjaron y siguen forjando nuestro camino.
De la incertidumbre, al dolor y a la esperanza
“Antes de despedir a María, yo nunca había experimentado con tanta claridad que la vida y la muerte, y la alegría y la tristeza, pueden coexistir de manera tan antojadiza y radical. Las dos, las cuatro, pueden llegar al mismo tiempo y revolucionar nuestras vidas. Yo no había entendido todavía que a cada una hay que hacerle un espacio en la agenda, el corazón y la razón”, señala Irene en la obra.
Para quienes hemos atravesado por la tortuosa experiencia de pasar por largas horas de desasosiego en los corredores de un hospital, Once días es un recordatorio de que no estamos solos, además resalta la enorme importancia de encontrar en aquellos momentos de vulnerabilidad una palabra amable, un gesto compasivo. Nos invita a crear esos momentos.
Irene perdió a su hermana, su amiga, su referente, pero el recuerdo de María del Pilar persiste. Su huella se sigue sintiendo, continúa transformando.
“A varios años de haber iniciado mi nueva relación con mi hermana, sigo aprendiendo (y muchas veces desaprendiendo también) a interpretar de qué se trata esto de ser, vivir, morir y transformarnos”.
Once días nos invita a reflexionar en cuan frugal y al mismo tiempo cuan bella y valiosa es la vida. “Todos los días renacemos. A cada momento”, señala Irene.
La obra nos desafía a vivir plenamente cada instante: “Cuánto me alegra que María siempre mantuvo su convicción de ser quien era y hacer lo que le traía paz y alegría. ¿No deberíamos siempre aspirar a ello?”
Once días: Un tributo a María
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Igualmente, puede comunicarse con Irene escribiendo al correo electrónico: ire.sandoval@gmail.com
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