Translate with AI to

Durante el último año, la muerte ha sido una experiencia muy cercana a distintos niveles. Hemos tenido que procesar de manera inimaginable a nivel personal, nacional y mundial, la irreparable pérdida humana.

Aunque la muerte es un proceso natural de vida, cuando ocurre de forma temprana, estremece nuestro entendimiento y proceso de aceptación.

Poder acompañar a alguien que esté viviendo el duelo de un ser querido, es un proceso difícil y complejo. Nos preguntamos, ¿qué le digo?

Lo que se dice y lo que se siente

Muchas veces terminamos repitiendo de forma automática las frases que se han aceptado socialmente “te acompaño en tus sentimientos” y “mi más sentido pésame.”  En muchas ocasiones me pregunto, ¿realmente es eso lo que le queremos comunicar a alguien que está sufriendo la muerte de un ser querido?

Cuando decimos “te acompaño en tus sentimientos”, le estamos diciendo que estoy sintiendo lo mismo, cuando muchas veces ni conocemos a la persona que murió.

¿Cómo puedo ser genuino en lo que quiero comunicar? Y en última instancia ¿cómo puedo consolar a esa persona que está sufriendo por la pérdida de un ser querido?

¿Cómo puedo dar consuelo de manera genuina?

En primer lugar, no siempre hay que decir algo.  A veces lo que la persona necesita es un abrazo y una presencia física. Si no sabemos qué decir, el silencio acompañado de una presencia puede decir más que mil palabras. No siempre hay que llenar el silencio con palabras.

En segundo lugar, podemos preguntar directamente a la persona, ¿qué necesitas? ¿Hay algo en que te pueda ayudar?  Estas son maneras de dejar saber que estas presente para acompañarlo/a en lo que necesite. 

Durante el proceso de luto, hay otros niveles de apoyo que son más prácticos, pero igualmente valiosos. Algunos ejemplos son:

  • Apoyar con el cuido de niño/as para que la persona pueda descansar o procesar su duelo
  • Proveerle comida o cocinarle ya que la persona puede estar sin energías para cocinar y necesita alimentarse
  • Ofrecer un acompañamiento. Hay personas que necesitan de alguien que las pueda distraer por momentos para que no esté en un constante sufrimiento
  • Acompañar a la persona a alguna diligencia que necesite hacer.

Estar presente

Aunque no vamos a poder quitarle el dolor a la persona que está sufriendo, si podemos ofrecer un acompañamiento afectivo y compasivo que haga que el proceso de duelo y dolor no se viva en soledad y sea más llevadero.

Usualmente un proceso de duelo puede durar varios meses.  Si usted observa que han pasado los meses y la persona sigue en un proceso de tristeza y depresión, puede animarla a buscar ayuda profesional.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para más información pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D.

Psicóloga Clínica e Investigadora

Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill

Departamento de Psiquiatría

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría