La masiva caravana de migrantes hondureños que se abrió paso en Guatemala la semana pasada fue disuelta por acción de las fuerzas de seguridad guatemaltecas.
Apenas un pequeño grupo continuó con su viaje hacia la frontera con México, mientras que otros aceptaron ser trasladados por las autoridades de regreso a Honduras. Algunos fueron al puente para solicitar asilo, mientras que otros trataron de cruzar el río.
Caravana de migrantes empiezan a tener los peores pronósticos de cumplir su cometido
Este resultado indica lo que pasará con la idea de una caravana de migrantes a futuro. En parte el riesgo del coronavirus aumentó las bajas probabilidades de éxito del flujo de personas entre países.
En el último año, Guatemala se ha convertido en un baluarte fundamental contra las caravanas. Y tanto México como Estados Unidos aprecian las gestiones.
En esta ocasión las autoridades guatemaltecas probaron la estrategia de instalar puestos antes de la frontera, con el fin de facilitar el repliegue de personas. Esto les dio más certeza en la contención de los migrantes.
Desde México también se desplegó a cientos de miembros de la Guardia Nacional y agentes de inmigración a su frontera con Guatemala como preparación por la caravana. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador prometió respetar los derechos humanos, pero también imponer una migración ordenada y legal.
Estados Unidos, por su parte, está en el foco de la esperanza. El presidente electo Joe Biden prometió una reforma de inmigración. No obstante, también dijo que por ahora planea mantener en vigor las políticas fronterizas implementadas por el gobierno de Trump.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.