A forma de “bienvenida”, un cártel del narcotráfico envió una cabeza humana en estado de descomposición a Rafael Vázquez, nuevo jefe de la Policía de Tijuana, México, asignado la semana pasada.
Un presunto grupo rival del Cártel de Sinaloa, habría sido el responsable de enviar la cabeza dentro de una bolsa de plástico negra junto con la acusación de que Rafael Vázquez, quien lleva 19 años en el organismo, es “un secuestrador que toma órdenes del Cártel de Sinaloa”.
“Tijuana sangrará por este secuestrador”, decía la nota encontrada el pasado 5 de octubre.
Los mensajes no pararon y un día después fueron halladas dos amenazas de violencia en Tijuana. Esta vez acompañadas, presuntamente, de extremidades animales.
Tijuana es una de las ciudades con más presencia del narcotráfico debido a que es un punto estratégico para trasladar droga a Estados Unidos. Constantemente está en disputa por grupos del crimen organizado.
Rafael Vázquez no ha hecho declaraciones públicas sobre las amenazas; sin embargo, la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, mostró su apoyo al funcionario durante una rueda de prensa.
“Si hay amenazas es por su trabajo, y para mí es una señal de que los criminales tienen miedo”, declaró Caballero.
No es la primera vez que el nuevo jefe de la Policía de Tijuana se ve enredado en problemas con el crimen organizado.
En 2017, una manta colocada en un puente peatonal acusaba a Vázquez y a un compañero de “colaborar con el cártel de Sinaloa, a quien le abren camino y también se dedican a la extorsión, el robo y el abuso de autoridad”.
Dos años más tarde también se le acusó de vender plazas dentro de la policía, además de otros delitos como robo y tortura. Pese a las acusaciones, nunca se han levantado cargos formales en su contra.
Monserrat Caballero agregó que seguirá apoyando a Rafael Vázquez mientras no exista una acusación formal en su contra en los tribunales.