El gobierno de Japón, en voz de su primer ministro, Fumio Kishida, anunció que llegó a un acuerdo con Washington en el que los soldados estadounidenses no salgan de sus bases por el repunte de COVID-19.
Lo informado por el mandatario japonés, anuncia que los soldados no podrán salir de sus bases "salvo que sea absolutamente necesario", esto sería en emergencias o motivos de seguridad, pero no habrá permisos para que salgan de las instalaciones.
En Japón están viviendo lo que llaman "sexta ola", pues están subiendo los casos, alcanzando al momento más de 8,000 infectados diario, lo cual es el peor dato en cuatro meses.
Parte de la culpa se le atribuye al ejército estadounidense, pues los brotes más prolongados son cerca de sus bases, por lo que Japón pidió a Estados Unidos mantener a los soldados en sus bases y que no salgan por ningún motivo.
La presencia de efectivos estadounidenses en Japón es considerable. La mayoría de soldados se encuentran en Okinawa, un grupo de islas al sur del país. En esa zona se encuentran 55,000 soldados, los cuales no podrán salir de sus bases.
En varias prefecturas se empezaron a implementar cierres y restricciones, las cuales seguirán hasta fin de mes.
Aunque actualmente el 80% de la población ya tiene las dos dosis de la vacuna y se ha comenzado a aplicar un refuerzo, los contagios siguen subiendo en los últimos días.