Algunos habitantes de Raleigh se han quejado del cambio en el sabor y olor del agua de la llave, causando dudas de si hay problemas o incluso si está sucia y las autoridades ya se pronunciaron al respecto.
Las autoridades confirmaron que varios clientes de Raleigh Water informaron problemas tanto con el olor, como con un sabor a humedad en el agua.
Tras malos olores, ¿el agua de Raleigh es segura para beber?
Según un comunicado de la ciudad de Raleigh, el agua es segura para beber y utilizar para todos los fines y aseguraron que esto es algo que normalmente ocurre en primavera y que ya están trabajando para tratar el agua y eliminar tanto el sabor, como el olor.
"El sabor y el olor son una cuestión puramente estética. El agua de la ciudad de Raleigh sigue siendo completamente segura para beber y utilizar para todos los fines. Toda nuestra agua potable continúa superando todos los estándares regulatorios de seguridad",
señalaron las autoridades de Raleigh.
¿A qué se debe el mal olor y sabor del agua de Raleigh?
El comunicado de las autoridades enfatiza que el sistema de agua de la ciudad es abastecido por dos lagos: Falls Lake y Lake Benson.
Falls Lake estaría atravesando actualmente variaciones estacionales causadas por factores como la temperatura y la luz solar disponible, lo que puede provocar fluctuaciones en las algas naturales y en la actividad de las mismas.
Bajo ciertas condiciones ambientales estacionales, las algas pueden liberar compuestos de sabor y olor en el agua que tienen el potencial de notarse en los grifos. Según la ciudad de Raleigh, estas variaciones en el agua ocurren con mayor frecuencia a principios de la primavera y el otoño.
"Las algas que se encuentran comúnmente en Falls Lake pueden afectar la calidad del agua de diversas maneras. Los impactos unidireccionales de las algas son más notables para los consumidores de agua por su sabor y olor desagradables",
detalla el comunicado.
Además de trabajar para mejorar el olor y sabor del agua, las autoridades recomendaron agregar una rodaja de limón en una jarra abierta y refrigerada de agua potable, así como utilizar sistemas de filtración de agua domésticos estándar que contengan carbón fresco.