Adrián Arroyo-Trujillo, de 32 años y originario de México, fue sentenciado a 180 meses de prisión seguidos de cinco años de libertad supervisada por posesión con intención de distribuir metanfetamina. El narco, además, recibió una sentencia de 24 meses por reingreso ilegal al país, ambas penas serán cumplidas de manera concurrente, según anunció Dena J. King, Fiscal Federal del Distrito Oeste de Carolina del Norte.
Laboratorio clandestino en casa de narco
La investigación comenzó en agosto del 2022, cuando agentes de Homeland Security Investigations (HSI) y la Oficina del Alguacil del Condado de Union sospecharon de actividades de narcotráfico vinculadas a Arroyo-Trujillo. Usando métodos como vigilancia en su residencia, las autoridades detectaron que Trujillo operaba un laboratorio clandestino para convertir metanfetamina líquida en su hogar.
Uno de los momentos clave de la investigación fue cuando Trujillo recibió metanfetamina líquida escondida en llantas que se entregaron en su domicilio.
El 12 de septiembre del 2022, agentes detuvieron a Trujillo durante un control de tráfico. En el vehículo encontraron una mochila con 12 bolsas idénticas de metanfetamina cristalina, que totalizaban 10.89 kilogramos. También hallaron recibos de transferencias de dinero a México, un recibo de aduana de Laredo, Texas, cuatro teléfonos celulares y un libro contable de drogas.
El análisis forense de los teléfonos del narco reveló mensajes y fotos relacionados con el tráfico de drogas.
Había sido deportado previamente
Al día siguiente, el 13 de septiembre del 2022, las autoridades ejecutaron una orden de registro en la casa de Trujillo. En el lugar se encontraron un rifle Anderson AM-15, revistas y municiones, además de metanfetamina líquida, metanfetamina procesada y otros productos químicos relacionados con la operación del laboratorio clandestino.
Durante la investigación, las autoridades confirmaron que Trujillo era un inmigrante indocumentado que ya había sido deportado previamente de Estados Unidos.
La Fiscal Federal Dena J. King elogió la labor del HSI y la Oficina del Alguacil del Condado de Union por su dedicación en la investigación de este caso.
El caso fue procesado por los Fiscales Federales Adjuntos Thomas Kent y Kenny Smith de la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Charlotte.
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