Michael Christopher Mejía es un latino que pertenece a una pandilla en el Este de Los Angeles, en 2017 asesinó a un familiar suyo y a un policía, por lo que recibirá una larga condena tras las rejas.
Los Angeles: Pandillero latino tendrá cadena perpetua por matar a un primo y un policía
Ambos asesinatos ocurrieron en 2017, luego que Mejía disparara contra su primo para provocar su muerte y posteriormente abrió fuego contra un oficial en servicio, a quien también privó de la vida.
Una vez que el juez y el jurado analizaron todas las pruebas y testimonios, El pandillero latino asesinó a dos sujetos en el 2017 será sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Desde agosto se le encontró culpable, pero hasta esta semana se le dictó sentencia definitiva.
Los cargos que le imputaron a Mejía son por asesinato en primer grado, intento de asesinato, robo de auto y posesión de un arma de fuego, además de otras agravantes tras el ataque a ambas personas.
Mejía disparó a quemarropa contra dos oficiales de policía en L.A.
De acuerdo a un reporte, la mañana del 20 de febrero de 2017, Mejía estrelló su auto contra otros dos vehículos en Whittier. Luego del accidente, el pandillero pidió a dos personas que ayudarán a mover su auto y entonces una persona avisó a un par de oficiales que había ocurrido un accidente.
Una vez que llegaron los oficiales al lugar, vieron que Mejía estaba sentado dentro del automóvil. Los policías pidieron que saliera y de inmediato el pandillero sacó una pistola para atacar a ambos.
Mejía logró herir a ambos policías, pero uno de ellos repelió el ataque con su arma y también acertó al cuerpo del pandillero.
Debido a las heridas, uno de los oficiales perdió la vida y el otro logró sobrevivir gracias a la oportuna intervención del cuerpo médico de Los Angeles.
El auto que chocó Mejía pertenecía a su primo, Roy Torres, de 47 años, quien falleció en febrero de ese año y también fue asesinado por el pandillero.
Por este crimen, Mejía había entrado a la cárcel, pero las autoridades decidieron soltarlo tiempo después bajo el amparo de un programa de libertad condicional. Al menos otras cuatro ocasiones el pandillero tuvo problemas con la ley tras abandonar la prisión.