La abrumadora situación de COVID-19 en Florida está llegando a sus límites. Un aumento progresivo de casos ocupa las camas de los atestados hospitales.
Se agrega una crisis en los servicios de ambulancias y bomberos que tienen dificultades para responder a todas las emergencias.
En Saint Petersburg, algunos pacientes esperan durante horas en las ambulancias hasta que los hospitales los puedan recibir. Este proceso que generalmente toma 15 minutos, dijo el administrador del condado de Pinellas, Barry Burton.
El tiempo de espera saca a esa ambulancia de la red afectando a otras personas que la requieran.
No está disponible para tomar otra llamada, lo que obliga a los bomberos que están en la escena de un accidente a proveer ese transporte", dijo Burton. "Esto ha causado un gran atraso en todo el sistema”.
Destacó que los casos más graves, como infartos y derrames, reciben atención inmediata en las salas de emergencia.
La tensión se extiende a toda Florida, donde las hospitalizaciones por COVID-19 superaron la oleada anterior en julio y marcan nuevos récords cada día, según el Departamento de Salud federal.
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A este ritmo también colapsa el personal de primera línea. Ya se habla de escasez de enfermeros y personas que laboran en zonas de alto contagio. Los pacientes no vacunados son los principales responsables de esta situación que causa agotamiento.
En Florida, Arkansas y Luisiana hay más personas hospitalizadas con COVID-19 que en cualquier otro momento de la pandemia. Son algunas de las partes con mayor alerta por la crisis sanitaria.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.