Una historia que comenzó como un ritual tradicional de bautizo, terminó en tragedia. Este lunes, un bebé recién nacido murió tras ser bautizado en una iglesia ortodoxa en Bucarest, Rumania.
La ceremonia de bautismo de la iglesia ortodoxa consiste en sumergir al bebé por completo tres veces en agua bendita sin importar que llore. Razón por la que la criatura de seis semanas de nacido murió en el hospital, informó AFP.
De acuerdo a las autoridades, el bebé falleció de un paro cardíaco. La autopsia reveló que el recién nacido tenía líquido pulmones, razón por la que la fiscalía decidió comenzar una pesquisa por homicidio en contra del sacerdote.
Vasile Banescu, portavoz de la Iglesia Ortodoxa, reconoció que los padres podrían simplemente verter un poco de agua en la frente de los bebés para evitar futuras muertes. Sin embargo, hay muchos sacerdotes que se oponen a cambiar la tradicional práctica.
“La muerte de un recién nacido a causa de esta práctica es una gran tragedia. Este riesgo hay que descartarlo para que triunfe la alegría del bautismo”, argumentaron en redes sociales los activistas que no están de acuerdo con la peligrosa práctica.
Gracias a la campaña en contra del bautizo ortodoxo, los activistas han obtenido más de 50 mil firmas hasta el momento.
Aquí un ejemplo del bautizo ortodoxo.
IS THIS YOUR PRIEST!!!????? pic.twitter.com/SV1XJCnnIl
— Honey Pot 🍯 (@Miss_Patriciah) May 8, 2018