Entre el 20 de agosto y el 3 de septiembre se reportaron 70,630 nuevos casos de niños con COVID-19 en Estados Unidos, según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) y la Asociación de Hospitales de Niños.
Estas cifras representan un aumento del 16% en los casos de niños con COVID-19 en Estados Unidos. En total se cuenta más de medio millón de infantes diagnosticados.
Los principales afectados por la pandemia son las personas de color y los latinos. Por otra parte, los sitios de mayor pobreza son los que aumentan la desproporción de la pandemia por el coronavirus.
La presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, la Dra. Sally Goza, emitió su punto de vista sobre esa realidad. “Debemos trabajar más duro para abordar las desigualdades sociales que contribuyen a estas disparidades”.
Al mismo tiempo, calificó de “escalofriante” el recordatorio que estas cifras hacen respecto a un virus que se debe tomar en serio.
Los niños forman casi el 10% de los contagios reportados en Estados Unidos.
¿Cómo proteger a los niños del COVID-19?
Los casos de niños con COVID-19 aumentaron rápidamente durante el verano. El impulso por salir hizo que no se respetara el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Por otro lado, el clima frío que se aproxima tendrá un impacto en los casos de gripe y, potencialmente, de coronavirus, por lo que la AAP recomienda vacunar a los niños mayores de 6 meses contra la influenza antes de final de octubre.
En vista de que todavía se sabe poco de la forma como el coronavirus afecta a los niños, los padres deben estar alertas. Tanto la gripe como el COVID-19 en niños se presentan con síntomas similares. Lo que puede confundir a los adultos respecto a las alarmas, lo que hace más difícil aplicar pruebas de detección tempranas.
De acuerdo con el reporte se encontró que el COVID-19 y la gripe pueden igualmente obligar a la hospitalización de los niños, necesidad de cuidados intensivos y ventilador. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades avalan este riesgo indicando que 188 niños murieron de influenza durante la temporada 2019-2020.