Antes de iniciar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, hubo diversos casos positivos de COVID-19, los cuales pusieron en la mesa los riesgos que había de realizar la justa deportiva en medio de la pandemia.
Variante Delta de COVID-19 se propaga a gran velocidad en medio de Tokio 2020
De esta forma, decenas de deportistas y personal que laboraba para realizar los Juegos Olímpicos comenzaron a enfermar, algunos tuvieron que desistir de su deseo de competir y otros más estaban en riesgo latente por la variante Delta del COVID-19, la cual se ha propagado a gran velocidad por todo el país nipón.
A una semana de la inauguración de Tokio 2020, Japón extendió la emergencia sanitaria por el Covid-19 en la ciudad y la amplió a otras cuatro regiones ante el alza de los contagios.
"Decretamos el estado de emergencia para Saitama, Chiba, Kanagawa y Osaka", dijo el primer ministro Yoshihide Suga.
Esta medida también está vigente en Tokio y Okinawa y se prolongará hasta el 31 de agosto.
Sólo una cuarta parte de la población japonesa está vacunada
Este brote es pequeño en comparación con otros países, sin embargo, debido a la gran cantidad de deportistas y personal que los acompaña resulta ser de gran riesgo.
Japón ha enumerado hasta ahora 15 mil personas fallecidas y el gobierno nunca tomó medidas de estricto confinamiento.
Además, sólo un cuarto de la población está vacunada por completo y a pesar del esfuerzo del gobierno, hay gente que sigue negándose a inocularse una dosis.
El récord de casos se registra en pleno desarrollo de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde este viernes se registraron 27 nuevos contagios, la cifra diaria más alta desde el inicio de la gran cita deportiva.
Según el gobierno, la infección se propaga a una velocidad nunca vista antes, especialmente en la región de Tokio y la variante Delta ya representa el 50% de los casos.
El estado de emergencia vigente en Tokio restringe el horario de apertura de bares y restaurantes y les prohíbe vender alcohol.