"¿Quién es Joe Montana?", preguntó la esposa del entrenador de Notre Dame. La respuesta llegaría muy pronto, concretamente en la Universidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte, donde 'Joe Cool' protagonizó su primera gran actuación dentro de los emparrillados de la NCAA.
Al histórico quarterback le costó trabajo abrirse un hueco en los Fighting Irish, donde pasó su primer año universitario sentado en la banca.
Pero una vez que la Universidad cambió de entrenador, Dan Devine le empezó a dar minutos en el equipo titular.
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En la primavera de 1975, Devine sorprendió al alinear como titular sobre la parte final de la campaña al originario de New Eagle, Pennsylvania.
Incluso la esposa del coach le cuestionó "¿quién es Joe Montana?", a lo que Dan respondió: “El tipo que alimentará a nuestra familia los próximos años”.
Aunque no lo puso de titular de tiempo completo, firmó una actuación que hasta la fecha se describe como “imposible”.
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Con la mitad del último cuarto por jugarse y con Notre Dame aabajo por ocho puntos (14-6), Montana necesitó de poco más de cinco minutos para dar la voltereta.
Al final, su equipo ganó 21-14 a Chapel Hill con 129 yardas aéreas de Joe. La siguiente semana comandó otra remontada, esta fue de 20 puntos (10-30) para hacerse con la titularidad por completo de los irlandeses peleadores.
“Es el mejor regreso que he visto, fue mejor que el de la semana pasada”, valoró el director de Notre Dame, Moose Krause.
Aunque posteriormente sufrió una lesión en el hombro derecho que le impidió jugar en 1976, Devine ya tenía claro que la clave del éxito estaba con el QB.
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Un año después conquistaron el título nacional de la NCAA gracias a sus 1,604 yardas, 11 touchdowns y 8 intercepciones.
El resto es historia.
Realizó una de las más grandes carreras en la historia de la NFL, con cuatro anillos de campeón y hasta antes de Tom Brady, era reconocido como el mejor quarterback de todos los tiempos.
Esto quizás no lo hubiera logrado sin esa espectacular actuación en Carolina del Norte.