Justo cuando especialistas en salud pública apuntan a que habrá un despunte en casos de COVID-19 tanto en otoño como en invierno de este año, casi la mitad de Estados Unidos informó una mayor cantidad de casos nuevos de COVID-19 en una semana.
Hasta el domingo, la cantidad de nuevos casos ha incrementado en 10%. Estos datos contrastan con los de la semana pasada en 21 estados.
La mayoría de los casos de COVID-19 se encuentran concentrados al oeste de Estados Unidos, encontró CNN tras analizar los datos de la Universidad de Johns Hopkins.
Los casos han incrementado en Alabama, Alaska, Colorado, Idaho, Maine, Michigan, Minnesota, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Oregón, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Texas, Utah, el estado de Washington, Wisconsin y Wyoming.
No obstante, en al menos 18 estados los casos por COVID-19 se mantuvieron estables.
Los estados que se mantuvieron estables fueron Arizona, Louisiana, Tennessee, Georgia, la Florida, Virginia, Maryland, Connecticut, Rhode Island, Vermont y New Hampshire los cuales observaron una disminución de un 10% en casos en comparación con la semana anterior.
Por un lado, Wisconsin reportó 2,817 nuevos casos de coronavirus el sábado. Este ha sido el mayor aumento a la fecha en el estado. Debido al incremento, el gobernador del estado, Tony Evers, dictó el uso obligatorio de la mascarilla.
Por el otro, Nueva York experimentó el sábado sobre 1,000 nuevos casos del novel coronavirus. Esta cifra es la más alta desde principios de julio.
Para evitar el contagio del virus, es necesario seguir las reglas de distanciamiento social y mantener la buena higiene en todo momento. No tan solo es mandatorio el uso de mascarilla, sino de lavarse las manos constantemente con agua y jabón. Igualmente, evitar las aglomeraciones en fiestas familiares, en restaurantes, en barras, en gimnasios y en cines.
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