Luego de que el mundo posara sus ojos en la gimnasta Simone Biles, por haber renunciado a participar en la final del All Around en Tokio 2020 por problemas de salud mental, la atleta fue recibida como una verdadera heroína en el Aeropuerto Intercontinental George Bush en Houston.
A pesar de Biles se retiró de varias pruebas en los Juegos Olímpicos, regresó para ganar una medalla de bronce. Pero su verdadero triunfo fue poner en la mesa los problemas de estrés y presión que llegan a sufrir los atletas de alto rendimiento.
A pesar de la euforia y apoyo de los aficionados al verla bajar por las escaleras eléctricas del aeropuerto, junto a otras gimnastas del Team USA, Biles no se veía del todo cómoda con la situación.
Incluso se negó a dar declaraciones a los medios que se dieron cita para el recibimiento. La gimnasta pidió 'espacio' ante la insistencia por una entrevista, mientras los gritos y la algarabía de la gente le demostró que para ellos sigue siendo la mejor.