Esta semana, México dio inicio a la operación de un puente aéreo y terrestre temporal para transportar a migrantes centroamericanos desde su frontera con Estados Unidos a sus lugares de origen. En su primer día de funcionamiento, 932 personas, entre ellos niños, fueron trasladadas a sus países de origen.
El traslado de los migrantes se llevó a cabo en cuatro vuelos y 11 viajes por carretera, de acuerdo a información que proporcionó este miércoles el Instituto Nacional de Migración (INM), que no detalló la cifra de menores.
Se informó que todos los migrantes fueron interceptados en estados mexicanos de la frontera, pero no se dieron detalles de cuándo y cómo fueron las capturas.
Los vuelos se llevaron a cabo desde Tamaulipas y Chihuahua a San Pedro Sula, norte de Honduras, así como a Tapachula y Villahermosa, dos ciudades al sur de México desde donde los migrantes fueron transportados vía terrestre, según un funcionario federal.
De acuerdo al mismo funcionario, las personas que se transportaron fueron centroamericanos con irregularidades en México, así como migrantes deportados por Estados Unidos a México en la administración de Donald Trump.
Con frecuencia, la mayoría de los deportados continúan en la frontera para intentar cruzar de nuevo.
El traslado en aviones de los migrantes es novedoso y tiene lugar a dos semanas de la visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a México, que se centrará fundamentalmente en temas migratorios.