Miles de coreanos realizan audiciones buscando firmar un convenio con alguna agencia de entretenimiento. En la mayoría de los casos, estos artistas deben realizar un entrenamiento extenuante en los que se les inculcan clases de canto, idiomas, baile y de lenguaje. El fin de estas lecciones es crear el prototipo de un artista perfecto.
De este tipo de proceso han surgido grupos musicales de la talla de BTS, EXO y Girls' generation. La estrategia de negocio del K-pop no se limita solamente a la música, estos artistas generan gran cantidad de contenido en las redes sociales y medios de comunicación, en la que demuestran lo que representan dentro de su cultura, así como lo que viven en su entorno casi en el día a día.
Una de las características principales de los fanáticos del K-pop es su fidelidad y la devoción con la que siguen y apoyan a sus grupos favoritos