El Vaticano reconoció que es “moralmente aceptable” que las personas que profesan la religión católica reciban la vacuna del coronavirus, pese a que en las investigaciones para su desarrollo, se utilizó tejido fetal de abortos.
La Congregación para la Doctrina de la Fe, una oficina del Vaticano que vigila la ortodoxia de la doctrina católica, dijo que analizó el caso después de recibir varias solicitudes de distintas directrices en los últimos meses.
El grupo detalló que obispos, grupos católicos y expertos han emitido “diversas declaraciones en ocasiones contradictorias” sobre el tema.
La Doctrina de la Fe emitió un comunicado basándose en ideas del Vaticano de años anteriores sobre la elaboración de vacunas con células provenientes de fetos abortados, donde señala que el Papa Francisco revisó el escrito y aprobó su publicación.
A pesar de que la filosofía de la Iglesia Católica dice que el aborto es considerado un pecado grave, el Vaticano dijo que “es moralmente aceptable recibir vacunas contra COVID-19 que han utilizado líneas celulares de fetos abortados en su proceso de investigación y producción”.
Sin embargo aclara que “no significa una cooperación formal con el aborto del que se derivaron las células de las que se produjeron las vacunas".
Otro punto esencial que toca el comunicado es la aceptación de que es imposible la obtención de vacunas que no signifiquen problemas éticos para el vaticano, pues “las vacunas sin problemas éticos no están disponibles a médicos y pacientes”.