Pese al temor que se está expandiendo en gran parte del mundo por la variante Ómicron, en el estado de Carolina del Norte aún no se registra ningún caso positivo.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado informó que más del 95 % de las muestras de coronavirus secuenciadas son de la variante Delta.
Se espera que el gobernador Roy Cooper haga una actualización sobre el actual impacto del COVID-19, enfatizando la protección de las vacunas existentes ante la nueva variante.
El Presidente Joe Biden había hecho un llamado a los cerca de 80 millones de estadounidenses no vacunados a que lo hagan.
De igual forma, las autoridades de la salud recomendaron volver a usar mascarillas en espacios cerrados.
Mary-Ann Baldwin, alcaldesa de la ciudad de Raleigh, aseguró que “ahora no es el momento de bajar la guardia. Aún les pedimos a todos que usen una máscara".
Los expertos de la salud tienen claro que es cuestión de tiempo para que se informen casos de la variante Ómicron en el país.
"Si Ómicron infecta a alguno de nuestros pacientes, será detectado", dijo Alan Wolf, portavoz de UNC Health a WRAL.
En la misma línea se manifestó la directora médica del Hospital de la Universidad de Duke, Lisa Pickett, quien mencionó que en la unidad están listos para contenerla.
"Las personas tienen el PPE que necesitan, tenemos un plan flexible y sabemos cómo cuidar a esos pacientes", explicó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que existe una gran incertidumbre sobre la variante Ómicron.
La evidencia preliminar plantea la posibilidad de que la variante tenga mutaciones y aumenta su capacidad de propagarse de una persona a otra.
"Dependiendo de estas características, podría haber aumentos repentinos de COVID-19 en el futuro, lo que podría tener consecuencias graves, dependiendo de una serie de factores".
"El riesgo global general se evalúa como muy alto", asegura la OMS.
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