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Un sujeto acusado de asesinato, robo y violación, que una vez se declaró como el anticristo, pasará el resto de su vida en prisión.

El criminal fue sentenciado sin posibilidad de libertad condicional tras ser declarado culpable de todos los cargos.

La audiencia de sentencia de este miércoles 4 de agosto avanzó rápidamente y sin controversias para Kendrick Keyanti Gregory, de 26 años.

Gregory estaba en libertad condicional después de una condena por irrumpir vehículos en agosto de 2015 cuando su ola de crímenes en un día conmocionó a la ciudad de Oaks, Carolina del Norte.

Los investigadores dijeron que Gregory disparó y robó a un hombre de 27 años.

También mató a Thomas Melvin Durand, de 64 años, propietario de la tienda de cambio de cheques Mr. Pawn en Capital Boulevard.

Y finalmente, violó a una niña de 15 años el 31 de agosto de 2015.

Todo eso, antes de huir a la ciudad de Nueva York.

Del arresto, a autoproclamarse anticristo

Así, fue arrestado en Brooklyn dos días después en una camioneta que había sido reportada como robada en Manhattan.

La policía dijo que en ese momento tenía una pistola calibre .45 en el bolsillo y otra debajo del asiento del conductor.

Los miembros del jurado y el juez escucharon primero a la hija de Durand.

"El mundo es un lugar terriblemente triste, papá. Y es aún más horrible sin ti aquí. Todavía estoy esperando despertar de esta pesadilla", dijo ella.

Después de una serie de arrebatos durante las primeras comparecencias judiciales en el caso, incluida su afirmación de ser el anticristo, en 2018 se descubrió que Gregory era incompetente para ser juzgado.

Después del tratamiento, su caso finalmente fue escuchado esta semana, lo que resultó en veredictos de culpabilidad.

En la audiencia de sentencia, su abogado concedió: "Este fue un día que sacudió a la comunidad”.

"Debido al veredicto del jurado, le pediría que lo condene a cadena perpetua sin libertad condicional, como lo exige la ley para el asesinato en primer grado".

En cuestión de minutos, el juez de la Corte Superior residente principal, Thomas Lock, estuvo de acuerdo y señaló que la sentencia es obligatoria.

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