Carolina del Norte, al igual que el resto del país, ha visto cómo aumentaron los casos de COVID-19 a causa de una subvariante de Ómicron.
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Se trata de BA.5, subvariante de Ómicron y que volvió a disparar los casos cuando parecía que la pandemia había quedado atrás.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS), confirmó que en la última semana, las aguas residuales del estado mostraron un aumento del 55 % de partículas de COVID-19. Sin embargo, mucha gente piensa que por tener el esquema de vacunación ya pueden relajar las medidas sanitarias.
De hecho, el mismo NCDHHS también mostró datos confirmando que las hospitalizaciones por COVID-19 aumentaron.
Los festejos del 4 de julio provocaron que mucha gente viajara y celebrara junto a multitudes, por lo que eso también contribuyó.
Esto quiere decir que, aunque las vacunas cumplen con una fuerte protección, aún así hay gente que es hospitalizada.
Si bien es cierto que ya no fallece ni cercanamente la cantidad de gente que lo hacía en el momento álgido de la pandemia, también es verdad que las personas con comorbilidades siguen en alto riesgo y mucha gente sigue sin tener su esquema competo de vacunación.

BA.5 es una subvariante de Ómicron muy contagiosa y los casos de COVID-19 en el país aumentaron por culpa de ella.
Las autoridades piensan que los números incluso serían más altos. Esto debido a que no se contabilizan los casos positivos de muchas pruebas hechas en casa. Sin embargo, los mismos especialistas señalan que la mayoría son muy efectivas y en caso de salir positivos deben contactar a un doctor.
De acuerdo con los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Carolina del Norte maneja una tasa de casos positivos del 20 %. Además, 50 condados del estado presentan un alto riesgo de transmisión comunitaria.