Camino Health Center se estableció como una organización altruista en 1995.
Desde entonces, su misión ha sido velar por las minorías desprotegidas y empoderar a la comunidad latina.
El religioso Rusty Price y su familia pusieron los cimientos de este proyecto que en la actualidad es un salvavidas para los latinos de Charlotte.
Tan solo en 2020, 41,879 personas fueron beneficiadas por los servicios colectivos de Camino.
Un sustancial incremento de 25,000 beneficiados respecto al año anterior.
En 2003, se fundó Camino Clinic.
Su propósito es ayudar a cerrar la brecha entre las barreras lingüísticas y culturales para los inmigrantes en cuanto a atención médica en Charlotte.
En 2020, dentro del contexto de la pandemia, se registraron 7,642 visitas a Camino Clinic, brazo de Camino Health Center.
Gracias a su iniciativa, la comunidad latina ha podido tener acceso a vacunas y pruebas COVID-19.
Además de comida y despensas para toda una familia en momentos de crisis.
El éxito de Camino radica en la empatía hacia los latinos.
Toda vez que todos los servicios que se ofrecen ahí son en español.
Y es que según un estudio de Migration Policy Institute (MPI) el 43 % de los inmigrantes de Carolina del Norte no domina el inglés.
Por lo que iniciativas como la de Camino rompen esa brecha que margina a las minorías.
La organización de Rusty Price divide su apoyo en cuatro principales pilares:
Camino Clinic, que otorga servicios médicos a menor precio.
Camino Contigo, enfocado en la salud conductual.
Con servicios como terapia grupal, terapia individual, navegación social y apoyo entre parejas.
The Food Farmacy, una iniciativa para aliviar la inseguridad alimentaria en la comunidad.
Y Camino Vida, creado para ayudar a tener una vida sana con planes de nutrición y ejercicio para pacientes con diabetes y problemas cardíacos.
Pero el exponencial crecimiento de Camino no queda ahí.
Una clínica móvil para acercarse a comunidades marginadas es otra joya en la corona del proyecto.
Mientras que el WearHouse es una tienda de artículos de segunda mano reciclando productos de vuelta en la comunidad.
Todo esto convierte a Camino en un centro que propicia el desarrollo de microcomunidades.
Donde la autosuficiencia y la colectividad solidifican a la comunidad latina de Charlotte.
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