Entre las desigualdades en Charlotte expuestas por el COVID-19 está un bloque fundamental en la cultura: al acceso a diversos idiomas. Los 77,000 habitantes de Charlotte que no hablan inglés tenían dificultades para obtener información básica sobre cómo mantenerse seguros durante la pandemia.
Una funcionaria detrás de la nueva política para hacer la información sobre servicios básicos más accesible, dice que los próximos dos años son claves para mejorar la comunicación con estos habitantes.
“El idioma es una parte grande de cómo mantenemos la cultura”, dice Emily Yaffe, especialista en integración de inmigración en la Oficina de Equidad, Movilidad e Integración de Inmigrantes de la ciudad de Charlotte.
El Índice de Ciudades de Nuevas Economías Estadounidenses, una encuesta sobre la integración de inmigrantes, clasificó a Charlotte en el puesto 13 en acceso al idioma, entre un grupo de ciudades similares que incluye a: Austin, Louisville y Minneapolis.
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En los próximos dos años, Yaffe y la oficina examinarán el involucramiento de la Ciudad con los habitantes que tienen un dominio de inglés limitado. Todos los departamentos de la Ciudad mantendrán registros del involucramiento y coleccionarán datos que incluirán la retroalimentación de la comunidad.
Las quejas son especialmente útiles, dijo la funcionaria.
“Si la gente está dispuesta a quejarse, también pueden estar dispuestos a hablar con nosotros”, comenta Yaffe, “Esto crea una situación en la que no solo nos adaptamos a los desafíos que ellos tienen, sino también es como ‘¿quieres aprender sobre este programa?’ o ‘Déjeme involucrarte en esto de una manera profunda.’ Es la muestra de que estamos haciendo un mejoramiento continuo.”

La necesidad de un nuevo enfoque en idiomas
El acceso a varios idiomas ha sido un problema en la ciudad, al menos desde 1995, cuando el Gabinete Internacional de Charlotte hizo su primera recomendación al alcalde y Concejo sobre asuntos de diversidad comunitaria.
En el 2015, se creó un grupo de trabajo asignado a estudiar el problema y hacer recomendaciones. Esto trajo la primera propuesta política en el 2019.
Uno de los problemas claves identificado en la sesión de escucha comunitaria en abril del 2021, conducida por el Gabinete, fue la barrera lingüística para conectarse con el gobierno de la Ciudad, especialmente durante el COVID-19.
En la carta de noviembre del 2021, el Gabinete escribió: “como líderes comunitarios diversos, hemos visto la desigualdad creada cuando los residentes no pueden recibir recursos vitales en su idioma”.
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Yaffe está de acuerdo con estos hallazgos. “COVID fue ese momento de reconocimiento en todo el país que nos ayudó a ver que el no poder comunicarse con todos los habitantes es peligroso. Las personas y su bienestar dependen de los recursos que podemos proporcionar”, comenta.
El plan de acceso al idioma que fue firmado a finales de noviembre del 2021 y toma en cuenta una de las grandes deficiencias de la Ciudad.
Los próximos pasos para Charlotte
Ahora que se ha firmado la política, los departamentos de la ciudad están evaluando qué recursos lingüísticos se están proporcionando y cuáles necesitan mejorar.
Los departamentos de la ciudad traducirán documentos vitales a idiomas específicos, crearán una lista de empleados multilingües y fortalecerán los servicios de interpretación ofrecidos en reuniones y eventos, aseguró Yaffe.
Los departamentos de la cuidad también están consultando con desarrolladores sobre la traducción de páginas web, que utilicen un lenguaje ordinario y simple, libre de vocabulario burocrático y legalista.
Un coordinador de acceso al idioma se enfocará en los datos demográficos actualizados, que se encuentran en la Encuesta Comunitaria Estadounidense del 2019. Los idiomas claves para Charlotte, cada uno con 1,000 hablantes o más, incluyen: español, vietnamita, francés, chino mandarín, árabe, tamil, telug, tailandés, laosiano y otros idiomas tai-kadai.
“Los cambios ya se están realizando”, dijo Yaffe. Un ejemplo es cómo los departamentos han incrementado el uso de volantes bilingües. Las tres iniciativas principales ahora están asesorando programas, capacitando a los empleados y mejorando el lenguaje sencillo y la traducción e interpretación también seguirán esos pasos.
Maggie Commins, profesora de ciencias políticas de la Universidad Queens en Charlotte y miembro del Gabinete Internacional de la ciudad, explica que para que los inmigrantes sean partícipes de la vida de Charlotte, necesitan una comunicación bidireccional efectiva con el gobierno de la Ciudad.
“Yo trabajo con refugiados de Siria”, dijo Commins. “Ellos han tomado clases de inglés desde su llegada a Charlotte hace 18 meses. Pero esto lleva tiempo. Mientras, ellos tienen que averiguar por los servicios de la basura, la disponibilidad de vacunas, e inscribir a sus hijos a la escuela. Poder hacer esto en su propio idioma no debilita su deseo de aprender inglés. Esto promueve su integración en la vida de nuestra ciudad. Estamos mejor si todos pueden escuchar y ser escuchados.”
Este artículo fue traducido por Jessica García López de la Universidad de Queens