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Un juez federal de San Diego, California, ordenó al gobierno de Estados Unidos indemnizar con más de 3.4 millones de dólares a un joven latino atropellado por un agente del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en 2014.

De acuerdo al San Diego Tribune, el oficial del ICE, Thomas Malandris, fue encontrado culpable de atropellar y causar lesiones duraderas a Ali Alejandro Mendoza.

Los hechos ocurrieron el 12 de julio de 2014, cuando Malandris era oficial de deportación del ICE y se encontraba asistiendo a la policía de San Diego.

Alejandro Mendoza, en ese entonces de 18 años, se disponía a pasar por un cruce peatonal. Malandris, que se encontraba a una cuadra de distancia, aceleró, alcanzando una velocidad de entre 40 y 50 millas por hora en una zona con límite de 25 millas por hora.

Malandris estaba circulando sin las luces de emergencia ni la sirena en un automóvil sin distintivos.

Según la evidencia presentada en el juicio, el agente frenó; sin embargo, alcanzó a golpear a Mendoza. La cabeza de Mendoza impactó en el parabrisas del auto antes de que el joven fuera lanzado al pavimento.

El oficial bajó del auto para ayudar a Mendoza, pero colocó el automóvil desde el punto de impacto al otro lado de la calle.

Abogados del Departamento de Justicia (DOJ) que defendieron a Malandris aseguraron que su defendido solo trató de llevar al joven a un lugar seguro "para brindar ayuda y prevenir más daños".

Sin embargo, el juez John Houston determinó que los actos del agente impidieron a los investigadores encontrar pruebas clave para reconstruir el incidente.

Además, Malandris tergiversó los hechos en declaraciones al ICE y a la policía, argumentando que Mendoza fue el culpable del accidente, que había sufrido lesiones menores y que era un drogadicto.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com