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Este martes, el número de muertes por COVID-19 en Estados Unidos llegó a más de 800,000, cifra que en algún momento se veía como inalcanzable y que es un duro golpe para el gobierno, pues 200,000 de ellas ocurrieron ya con la vacuna disponible.

De acuerdo a la Universidad Johns Hopkins, el número de muertes es casi equivalente a la población de Atlanta y St. Louis combinados, Minneapolis y Cleveland juntos. Los decesos también son comparables con el número de muertes anuales por una enfermedad cardíaca o un derrame cerebral.

Con el 4% de la población mundial, Estados Unidos alcanzó el número de víctimas más alto en el planeta con casi el 15% de los 5.3 millones de muertes registradas hasta el momento.

Sin embargo, se cree que el número de muertes puede ser mayor en todos los registros oficiales del mundo, pues podría haber casos ocultos.

De acuerdo a un pronóstico de la Universidad de Washington, el país podría llegar a más de 880,000 muertes por COVID-19 el 1 de marzo de 2022.

Muertes a pesar de la vacuna contra el COVID-19

Cerca de 200 millones de estadounidenses, poco más del 60% de la población, está completamente vacunada contra el coronavirus. Una cifra muy por debajo de la que los científicos recomiendan para controlar el virus.

“Casi todas las personas que mueren ahora están muriendo por muertes evitables”, dijo el Dr. Chris Beyrer, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg.

“Y eso es porque no están inmunizados. Y tú lo sabes, Dios, es una tragedia terrible”, agregó.

Cuando se lanzó la vacuna por primera vez, el número de muertos en el país era de aproximadamente 300,000. Llegó a 600,000 a mediados de junio y a 700,000 el 1 de octubre.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com