Un terremoto de magnitud 6.2 remeció este lunes la costa del norte de California, con importantes sacudidas aunque daños mínimos.
El sismo se produjo esta tarde y su epicentro se ubicó a unos 337 kilómetros (210 millas) al noroeste de San Francisco. La zona queda justo al lado de una pequeña ciudad llamada Petrolia, que cuenta con una poca población.
En sus alrededores se sintieron los efectos del sismo. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), residentes de lugares tan lejanos como Sacramento y la zona de la bahía de San Francisco informaron que habían sentido temblores. También se sintieron en el centro de población más cercano al epicentro, Eureka, que está a unos 72 kilómetros (45 millas) al norte.
El Servicio Nacional de Meteorología descartó la posibilidad de un tsunami. Mientras que la oficina de servicios de emergencia de la policía del condado Humboldt ordenó el cierre de algunas carreteras debido a los desprendimientos de rocas.
El USGS estimó pérdidas económicas inferiores a 10 millones de dólares y ninguna víctima mortal. El organismo destacó que la última vez que la zona sufrió un terremoto de una magnitud similar fue en 1993, cuando murió una persona.