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Repudian a gobernadores republicanos por usar inmigrantes para enviar mensaje político
Una mujer, que está en un grupo de migrantes que fueron trasladados a Martha's Vineyard, Massachussets, carga a su hijo mientras son alimentados afuera de una iglesia. (Ray Ewing/Vineyard Gazette vía AP)

En medio de una tormenta de críticas, los gobernadores republicanos de Texas, Arizona, y ahora Florida, están usando la vida de miles de inmigrantes (muchos de los cuales están siguiendo el protocolo legal para solicitar refugio) como fichas de la que pueden disponer, para hacer declaraciones políticas.

Sea por tierra o por aire, los gobernadores republicanos están en un continuo (y costoso) plan de expulsar inmigrantes que llegan a la frontera y llevarlos a estados gobernados por demócratas, sin coordinación, sin justificación y en algunos casos hasta con engaños.

El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, demócrata, dijo que las autoridades estatales estaban investigando si había alguna “responsabilidad penal” involucrada en el transporte de inmigrantes, considerando que esta acción no era más que un cruel “truco” político.

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Gobernador de Florida expulsa inmigrantes

La directora ejecutiva del grupo de ayuda Martha’s Vineyard Community Services finalizaba su día laboral el 14 de septiembre cuando vio a 48 inmigrantes con equipaje y mochilas afuera de su oficina. Tenían carpetas rojas con folletos de su organización.

Los inmigrantes venezolanos, que fueron trasladados en avión a la isla de Massachusetts desde San Antonio, Texas, por el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, le dijeron que les habían dicho que iban a Boston.

DeSantis hizo así lo mismo que ha estado haciendo su compañero republicano, el gobernador de Texas Greg Abbott. Ambos han sorprendido a ciudades y estados liderados por los demócratas al enviar autobuses y aviones hasta allí llenos de migrantes. Proporcionar poca o ninguna información sobre los envíos es parte del plan de ambos gobernadores.

Fueron engañados

“Les dijeron (a los inmigrantes venezolanos) que tendrían un trabajo y una vivienda”, afirmó Elizabeth Folcarelli, directora de Martha’s Vineyard Community Services, quien describió la búsqueda para encontrarles un techo como un “gran desafío”.

Julio Henríquez, un abogado que se reunió con varios de los migrantes, dijo que “no tenían idea de adónde iban ni dónde estaban”.

Los dos vuelos a Martha’s Vineyard hicieron escala en la Florida Panhandle, dijo Henríquez. Mientras estaban a bordo, los inmigrantes recibieron folletos y mapas de Massachusetts.

Muchos de los venezolanos tienen citas con ICE el 19 de septiembre en San Antonio. A otros se les ordenó presentarse ante las autoridades de inmigración en dos semanas o tres meses en ciudades como Filadelfia y Washington.

Funcionarios le dijeron a Henríquez y otros abogados de inmigración que se pospondrían las citas de estos venezolanos con ICE. Activistas acusan a los gobernadores republicanos de obstruir el proceso migratorio de estos refugiados.

Usaron a latina para engañar a inmigrantes

En San Antonio, Texas, una mujer latina se acercó a los migrantes en un refugio administrado por la ciudad y los alojó en un hotel La Quinta Inn cercano, donde los visitaba todos los días con comida y tarjetas de regalo, dijo Henríquez. Prometió trabajos y tres meses de vivienda en Washington, Nueva York, Filadelfia y Boston.

La mujer, que se presentó a los migrantes como Perla, prometió apoyo para sus casos de inmigración, dijo Oren Sellstrom de Abogados por los Derechos Civiles.

La ciudad de San Antonio no estaba al tanto de los vuelos, dijo María Villagómez, administradora adjunta de la ciudad.

Pedro Luis Torrelaba, de 36 años, dijo que le prometieron trabajo, comida y vivienda. Pensó que se iba a Nueva York.

“No soy una víctima”, dijo, expresando su gratitud a los residentes de Martha’s Vineyard por su hospitalidad. “Simplemente, me siento engañado porque dijeron una mentira y al final no se ha llegado a nada”.

El 16 de septiembre los migrantes fueron trasladados voluntariamente a una base militar en las cercanías de Cape Cod. El gobernador Charlie Baker, republicano, dijo que activaría hasta 125 miembros de la Guardia Nacional para ayudar a la Agencia de Manejo de Emergencias de Massachusetts.

Seguirán expulsiones de los gobernadores republicanos de Florida, Arizona y Texas

DeSantis dijo ese día que la mayoría de los inmigrantes tenían la intención de ir a la Florida y que el viaje a Martha’s Vineyard era voluntario. No abordó las afirmaciones de los migrantes sobre haber sido engañados.

El gobernador de Florida defendió el hecho de recoger a los inmigrantes en Texas, pese a que grupos humanitarios califican este plan cono "un acto cruel".

“Nuestra opinión es que hay que lidiar con esto desde el origen, y si tienen la intención de venir a Florida o muchos de ellos tienen la intención de venir a Florida, esa es nuestra mejor manera de asegurarnos de que terminan en una ciudad santuario”, dijo.

Texas ha transportado en autobús a unos 8,000 inmigrantes a Washington desde abril, incluidos más de 100 el 15 de septiembre a la casa de la vicepresidenta Kamala Harris. Muchos de lo que van a Washington se trasladan luego a Nueva York. Texas también ha transportado alrededor de 2,200 personas a Nueva York y 300 a Chicago.

Arizona ha transportado en autobús a más de 1,800 inmigrantes a Washington desde mayo, pero ha mantenido a los funcionarios en el extremo receptor bien informados sobre sus planes.

La ciudad de El Paso, Texas, ha enviado al menos 1,135 migrantes en 28 autobuses a Nueva York desde el 23 de agosto y, al igual que Arizona, comparte listas de pasajeros y otra información.

La semana pasada, un niño de dos años que llegó en un autobús a Nueva York fue hospitalizado por deshidratación y una mujer embarazada en el mismo autobús sufría fuertes dolores, según activistas y funcionarios de la ciudad.

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A las puertas de una crisis humanitaria

Grupos de voluntarios, como TLC NYC, suelen esperar durante horas a los autobuses que llegan desde Texas en un espacio designado de la terminal de autobuses Port of Authority de Manhattan. Muchas veces los tiempos de llegada previstos para los autobuses no son los esperados.

“(Abbott) no se comunica directamente con la ciudad ni con nosotros”, dijo Victoria Balducci, voluntaria de TLC, un grupo que ha proporcionado alimentos, ropa, agua y transporte.

El grupo se entera de los autobuses a través de informantes que colaboran desde Texas, pero la información es escueta.

“Es un problema porque no sabemos cuándo vienen los buses, cuántos buses vienen, si alguien en estos autobuses tiene condiciones médicas por las que necesitará ayuda, si necesita una silla de ruedas”, dijo Manuel Castro, comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes del Alcalde de la Ciudad de Nueva York. “Al menos queremos saber eso para poder ayudar mejor a las personas a medida que llegan”.

Castro dijo que la empresa de Texas que transporta a los inmigrantes firmó un acuerdo que les prohíbe hablar con funcionarios de Nueva York.

Algunos padres han llegado a Nueva York mientras sus esposas e hijos fueron enviados a Washington, dijo Ilze Thielmann, directora voluntaria de TLC. El grupo trabaja de forma constante para reunirlos.

El gobernador demócrata de Illinois, J.B. Pritzker, dijo que su administración se comunicó con Texas para hablar de la llegada de los autobuses, pero no obtuvo información. Los primeros inmigrantes llegaron a la Union Station de Chicago desde Texas el 31 de agosto.

La oficina de Abbott desestimó las quejas sobre la falta de coordinación y el hecho de que las ciudades “santuario” se vean forzadas a adivinar el próximo paso del gobernador.

Nota del editor

Esta nota se elaboró con información de AP, de los periodistas: Rodrique Ngowi, Gisela Salomon (desde Miami), Claudia Torrens, Elliot Spagat en Somerton, Arizona; Roger Schneider en Chicago; Morgan Lee en Santa Fe, Nuevo México; y Paul Weber en Austin, Texas.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com