El pasado martes, un vecindario del condado de Cumberland, Carolina del Norte, vivió momentos de tensión cuando un hombre atacó a un par de niños que caminaban hacia la escuela.
Poco antes de las 7:00 a.m., Myah Barber, de 12 años, comenzó a ser seguida por un hombre con camisa, pantalones cortos y calcetines, pero sin zapatos, cerca de Celebration Drive y Pride Lane.
Al darse cuenta de la situación, Chase St. Peter, de 11 años, le gritó a su amiga que corriera a su casa por seguridad. En ese momento, el sujeto lo tiró al suelo, le quitó la mochila y lo ahorcó mientras le decía que no gritara, contó el niño a ABC11.
Después de forcejear con el hombre, Chase logró liberarse y correr a su casa con Mya.
Un vecino que presenció la agresión llamó a la policía y abordó al sujeto junto con oficiales del alguacil.
La situación generó alboroto y alertó a Ray, padre de Chase, salió a ver qué estaba pasando.
"Una vez que tuve a los dos niños en la casa, y supe que todos estaban arriba, supe que estaba sobre mí y que estaba listo", dijo Ray.
"Estaba sentado en la puerta con una pistola apuntando a la puerta, y si alguien hubiera entrado por la puerta, les habría disparado", agregó.
La Oficina del Alguacil del condado de Cumberland informó que el sospechoso, identificado como Bernard Jones Jr., de 22 años, de Hope Mills, mostraba "claros signos de deterioro cognitivo".
"Chase ayudó a la niña y la atrapó y fue ruidosa. Y David fue proactivo y se lanzó. Muestra cómo puede actuar una comunidad y cómo podemos hacerlo nosotros, no es solo, es nuestra responsabilidad como padres, sino que cuando la comunidad lo hace como un todo, todos están más seguros", contó Ray.
Bernard Jones fue trasladado a una clínica para ser sometido a estudios psicológicos. Fue acusado de agresión a un niño menor de 12 años y está programado para comparecer ante el tribunal el 3 de noviembre.