Un jurado federal condenó recientemenete a David Sierra Orozco, un hombre latino de 31 años, residente de Georgia, Raleigh, por posesión de pornografía infantil, sin embargo, el acusado intentó comerse la evidencia.
De acuerdo con los registros judiciales, miembros de la oficina del Sheriff de Harnett, estaban observando el tráfico en los límites de Dunn, cuando notaron un auto cuyo propietario tenía una licencia vencida.
Al parar el automóvil, el conductor se identificó como David Orozco, quien estaba sumamente nervioso y temblando. Además, notaron una "trampa" en el tablero del vehículo.
Dentro de la trampa, los oficiales encontraron 111,252 dólares en efectivo, envueltos en bloques de bolsas de productos comestibles.
Mientras era procesado en la cárcel del condado de Harnett por conducir sin licencia, como si fuera el caso de una película, Sierra Orozco sacó de su bolsillo un billete de $100 doblado y, cuando los policías lo desdoblaron, se cayeron varias tarjetas de memoria MicroSD.
Orozco se lanzó al suelo, recogió las tarjetas y se las metió a la boca, sin embargo, los oficiales recuperaron la mitad de una tarjeta mordida de su boca y tres intactas del piso.
Latino acusado por pornografía infantil intentó comerse la evidencia
Debido a que los policías creían que se trataba de posible tráfico de estupefacientes, obtuvieron una orden de registro de las memorias, pero al abrirlas notaron que había material de abuso sexual infantil, conocido también como pornografía infantil.
Una revisión forense completa descubrió más de 261 videos y 2 imágenes de pornografía infantil en una de las tarjetas; una segunda contenía 14 videos y 5 miniaturas en el teléfono celular del acusado.
De acuerdo con un comunicado del departamento de justicia de Carolina del Norte, los archivos mostrabana a niños menores de 12 años.
Los forenses demostraron que los dispositivos contenían fotos de Orozco, que él mismo se había tomado y había enviado a través de una aplicación, misma que utilizó para recopilar la pornografía infantil.
Orozco enfrenta un máximo de 240 meses de prisión (20 años) y está programado para ser sentenciado durante el periodo de la corte del 21 de junio.