Tras los lamentables tiroteos de Atlanta y Colorado ocurridos en menos de una semana en Estados Unidos, el presidente Joe Biden exigió al congreso aprobar "inmediatamente" nuevas medidas para reforzar el control de armas en el país. Las nuevas normas prohibirán las armas de asalto y cargadores de munición de alta capacidad.
En declaraciones emitidas desde la Casa Blanca, Biden hizo referencia al tiroteo del lunes en Boulder, Colorado y aseguró que es posible salvar vidas con las nuevas medidas.
El mandatario dijo que a pesar de que aún no se conocen los motivos del asesino de Colorado, no quiso "esperar otro minuto, ni otra hora, para dar pasos que son de sentido común y que salvarán vidas en el futuro".
"Pido a mis colegas en la cámara baja y el senado a actuar. Podemos prohibir de nuevo las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad en este país", agregó el demócrata.
En 1994, Estados Unidos aprobó un veto federal contra las armas de asalto, que según Biden "hizo que se derrumbaran los asesinatos masivos". Sin embargo, en 2004 expiró y no fue renovado.
Cada vez que surgen casos como el tiroteo en Colorado, los debates sobre el control de armas se ponen sobre la mesa. Pero la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y sus aliados de peso en el congreso han impedido que se impongan restricciones.
Específicamente, Biden solicitó al congreso la aprobación inmediata de dos iniciativas de ley que ya fueron aprobadas en la cámara baja y que "cerrarían los vacíos legales en el sistema de verificación de antecedentes" de las personas que quieran adquirir armas.
Biden dijo estar devastado por el tiroteo en Colorado y el hecho de que sucediera "menos de una semana después de los terroríficos asesinatos de ocho personas, del asalto a la comunidad de origen asiático" en Atlanta.
En memoria de las víctimas de los últimos tiroteos en Estados Unidos, el presidente ordenó izar a media asta las banderas de la Casa Blanca hasta el 27 de marzo.