A pesar de que la sociedad ha alcanzado altos niveles de conciencia, las mujeres siguen siendo vulnerables.
Entre otras muchas alertas, a menudo se les dice que "vigilen su bebida" mediante campañas de prevención.
Esto, debido a que se busca que creen conciencia sobre el hecho de que pudieran ser drogadas o pudieran darles bebida adulterada.
Un estudio de estudiantes estadounidenses encontró que casi 1 de cada 10 (7.8 %) informó que había sido drogada previamente.
Y de forma inquietante, el 1.4 % admitió que había drogado a otra persona.
DrugAbuse.com, un proveedor líder de recursos para el tratamiento del abuso de sustancias, entrevistó a 3,081 mujeres de todo el país sobre sus temores de que se les agregue la bebida.
La encuesta mostró que, por temor a que se les subiera la bebida, casi un tercio (29 %) de las mujeres en Carolina del Norte dijeron que se habían mantenido sobrias activamente en una noche de fiesta o que se habían quedado en casa.
Esto es similar al promedio nacional del 34 %.
Mujeres, vulnerables en muchos sentidos
Si bien la mayoría de las personas se sienten más en control, alerta, menos inhibidas y posiblemente menos propensas a ser tomadas con la guardia baja mientras están sobrias, también es importante recordar que una bebida de cualquier tipo puede ser adulterada.
De hecho, una encuesta separada realizada por Alcohol.org encontró que casi 1 de cada 10 (7 %) mujeres que han sido víctimas de una bebida con picos bebían una bebida no alcohólica.
Desafortunadamente, independientemente de las precauciones que tomen las mujeres para evitar que se les pique la bebida, el riesgo nunca se erradica por completo.
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