Ante la amenaza de una posible enorme ola de migrantes, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quiere más agentes fronterizos.
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Actualmente hay una enorme cantidad de migrantes llegando a la frontera sur de Estados Unidos y se teme que una vez que entre en vigor la revocación de la norma Título 42, que impide deportar casi de inmediato a cualquier indocumentado, la situación se agrave.
Sin embargo, aunque en teoría este levantamiento entraría en vigor el 23 de mayo, la corte amenazó con una orden de restricción temporal antes de una visita judicial que se realizará el 13 de mayo.
Al momento, se registran 7,800 inmigrantes ilegales detenidos por día en las últimas semanas, siendo uno de los promedios más altos en los últimos 20 años.
"Heredamos un sistema roto y desmantelado que ya está bajo presión. No está diseñado para administrar los niveles y tipos actuales de flujos migratorios", señaló Mayorkas en una reunión con el Subcomité de Seguridad Nacional de Asignaciones de la Cámara de Representantes.
De tal forma está buscando aumentar el personal fronterizo, además de castigar fuertemente a los traficantes de personas. También busca incrementar la capacidad de arresto para quienes no son aceptados en Estados Unidos, así como apoyar a las ONG's que ayudan a solicitantes de asilos y acelerar este proceso.
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"Solicité fondos para contratar a 300 nuevos agentes de la patrulla fronteriza, el primer aumento desde 2011".
Desde que en marzo de 2020 la administración de Donald Trump aplicó el Título 42, se han expulsado más de 1.7 millones de inmigrantes; en estos números se incluyen personas que intentaron cruzar la frontera varias veces.
Sin embargo, desde la llegada de Joe Biden a la presidencia se ha registrado un aumento de personas en la frontera y después que se anunció abandonar la política que permite la expulsión de migrantes por temas de COVID-19, el número va en aumento.
Políticos tanto republicanos como demócratas, no están muy contentos con cómo se han manejado las cosas en la frontera, asegurando que la Casa Blanca carece de una alternativa para controlar la migración una vez que el Título 42 desaparezca.