Para nadie es sorpresa que tener un bebé resulta costoso, aún teniendo seguro de salud. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que una familia de clase media gasta alrededor de $165.000 para criar a su hijo hasta los 18 años. Este monto no incluye ni colegios privados, ni actividades extracurriculares, ni tampoco el costo de la universidad.
Para el primer año del bebé se puede llegar a gastar hasta $20.000, entre gastos médicos, ropa, pañales, guardería, entre otros. Aún así, este monto se puede reducir con planificación y cabeza fría, priorizando inteligentemente tus necesidades y las del resto de la familia. Además de buscar consejo en familias con experiencia (varios hijos, preferiblemente) se recomienda considerar lo siguiente:
Prepara un presupuesto. Suena simple al principio, pero este es el momento en el que te darás cuenta de la diferencia entre lo que necesitas para el bebé y lo que quisieras para el bebé (quizás un portapañales de princesa en el cuarto no sea realmente necesario). Ten en cuenta cambios en tu flujo de efectivo, no solamente los nuevos gastos sino también tus ingresos: bajas por maternidad y paternidad pagas o no, al igual que otros beneficios que te pueda dar tu empleador.
Dentro de tu presupuesto, considera no solamente seguro de salud (y cómo y cuánto te cubriría), sino también la posibilidad de adquirir un seguro por discapacidad y un seguro de vida. Aunque sea muy difícil de pensar, a veces no todo ocurre como queremos.
A continuación, hay una serie de trámites que debes realizar. No solamente se trata de que te asegures de incluir al bebé en tu cobertura de seguros de salud, sino que debes actualizar tu testamento (o empezar a tener uno, si hasta ahora no lo tenías) consultando a tu abogado de confianza para que te asesore en la mejor forma de garantizar el bienestar de tu familiar.
Por último, empieza a ahorrar para su educación en cuanto puedas. Entre más pronto mejor, y menos complicaciones tendrás para apartar una parte de tus ingresos para el futuro de tu bebé. Importante que esto no implique sacrificar los ahorros que ya venías realizando antes de la llegada del bebé.
Puedes realizar un cálculo personalizado de los gastos relacionados a tener un bebé en la página web del Departamento de Agricultura de Estados Unidos aquí.