El hecho de ser dueño de una empresa o en este caso club profesional, en teoría te da la libertad de hacer lo que quieras; sin embargo, un empresario chino hizo algo extraño con su equipo de futbol.
El Zibo Cuju de la Segunda División de China recibió la inversión millonaria del empresario He Shihua de 35 años, quien se convirtió en el socio mayoritario. Y aunque esto significaría el fin de los problemas económicos de la institución le trajo uno nuevo.
Y es que uno de los requisitos para invertir era que él y su hijo fueran agregados a la plantilla y además fueran considerados para jugar.
Fue así que este fin de semana obligó al entrenador Hongyi Huang a alinear a su hijo en el cuadro titular, pese a que claramente el joven no está en forma y pesa 126 kilos; sin embargo, fue el responsable de ejecutar cada balón parado que tuvo el equipo.
Pero no solo eso, si no que él mismo es el poseedor del número 10 de la plantilla y ya debutó en el campo de juego el pasado 4 de mayo cuando faltaban siete minutos para el fin del partido.
Sin embargo, según los medios locales, el propietario tiene una buena relación con el equipo y está consiente que su hijo y él tendrán poca actividad, lo que no deja de ser curioso. Especialmente porque en cinco duelos el equipo chino de futbol, solo tiene un punto y es el último del torneo.