Luego de 5 meses sin competir, Tiger Woods encontró los golpes cruciales para superar el corte clasificatorio del torneo Memorial, del PGA Tour. Sin embargo, se sintió resentido y oxidado en respuesta al paso de los años.
En una jornada difícil para el estadounidense, finalmente se mantuvo dentro. Woods erró dos putts de tres pies en el comienzo de la ronda, lo cual le dejó extraviado por un buen rato. No logró colocar un par de tiros en el green desde la maleza y tuvo que cerrar con birdie, birdie y par, a fin de rescatar una ronda de 76 golpes, cuatro por encima del par.
La manera como resolvió le sirvió para pasar el corte, con un acumulado de 147, tres sobre par. Sin embargo, al cerrar su ronda aún estaba por debajo de la frontera que le permitía pasar el corte. Recibió ayuda de otro par de californianos para continuar.
El récord de esta jornada clasificatoria es su peor total tras 36 hoyos en el campo Muirfield Village, donde debutó en el Memorial en 1997. El tiro más destacado que demostró Woods fue el de siete pies en su último hoyo.
Back-to-back birdies for @TigerWoods.#QuickHits pic.twitter.com/PYCGceDYuT
— PGA TOUR (@PGATOUR) July 18, 2020
Los años pasan factura
Además de admitir haberse sentido oxidado, Woods agregó que "la verdad es que envejecer no es divertido. Al principio de mi carrera pensaba que eso era bueno porque los años me permitían mejorar, pero ahora sólo intento aguantar".
El californiano dijo que sintió la espalda un poco rígida mientras calentaba. Esto, le dificultó hacer su swing como le hubiera gustado. A pesar de sus molestias, el ex número 1 del mundo solo sabe que quiere seguir avanzando en el torneo.
A la edad de 44 años, Tiger Woods ocupa el lugar 14 en el ranking mundial. Posee cinco trofeos del Memorial: 1999, 2000, 2001, 2009 y 2012. El Memorial, el Masters y el Arnold Palmer Invitational son los únicos torneos que Woods ha jugado al menos 15 veces sin perderse el corte en una sola ocasión.
Información de AP.