Otra historia de tragedia relacionada con perros y bebés sucedió en Reino Unido, donde un can de raza Staffordshire Bull Terrier mutiló y mató a un recién nacido.
El trágico incidente ocurrió en el momento que la madre se quedó dormida y el padre salió a fumar.
De acuerdo a medios locales, el perro mordió en 23 ocasiones la cabeza del pequeño Reuben McNulty, quien tenía 14 días de nacido.
El bebé fue trasladado en avión a un hospital, donde los médicos informaron a sus padres que tenía severas lesiones espinales y en el cráneo. Luego de una semana con respiración artificial, el pequeño Reuben perdió la vida.
¿Qué sucedió con los padres del bebé?
Los padres de Reuben McNulty fueron detenidos mientras se realizaron las investigaciones pertinentes, pues trabajadores sociales ya habían advertido a la pareja sobre el peligro de dejar al bebé cerca de los perros. Las autoridades les pidieron vigilar al bebé y a los perros en todo momento, pero no siguieron las instrucciones.
El padre declaró a la policía que salió a fumar y cuando regresó a casa vio a su hijo y a uno de los perros llenos de sangre; de inmediato llamó a los servicios de emergencia.
Finalmente, los fiscales del caso decidieron no acusar a la pareja.