Un jefe de bomberos en el condado de Pender murió de COVID-19 luego de haber permanecido una semana hospitalizado por la enfermedad en Carolina del Norte.
El jefe de división de bomberos, Mark Covil, falleció el 20 de agosto luego de que su cuadro médico se empeorara, obligándolo a recibir diálisis por la enfermedad.
"Covil sirvió en muchas áreas de los servicios de emergencia a lo largo de su carrera y como resultado hizo muchas amistades para toda la vida. Será profundamente extrañado",
expresó en un comunicado Pender EMS & Fire, Inc.
De acuerdo con su obituario, Covil estuvo recluido en el New Hanover Regional Medical Center, ubicado en Wilmington.
Su esposa Denise Covil estuvo compartiendo en su perfil de Facebook cómo evolucionaba el estado del funcionario mientras se mantenía hospitalizado.
"Mark fue puesto en coma y está conectado a un ventilador. Se puso ansioso por la ventilación no invasiva y el personal no pudo acomodarlo",
detalló su esposa en una de las actualizaciones compartidas.
La viuda del jefe de bomberos compartió un sentido mensaje por la muerte de su esposo.
"Nos dejaste hoy a las 4:00 pm y estoy completamente perdida sin ti. Se suponía que no debías estar allí. Cariño, te amo y te extraño mucho. Sé que estás a la diestra de Dios y sé que estás completamente curado",
expresó Denise en Facebook.
A nivel nacional se ha reportado un aumento en los contagios, hospitalizaciones y muertes por COVID-19, asociados a la propagación de la variante Delta.
En un hospital de Carolina del Norte fue necesario habilitar una morgue sobre ruedas debido a que se acabó el espacio dentro de la morgue local de un centro hospitalario.
Te puede interesar: