Cuando parecía que China había dominado la pandemia de COVID-19, la variante Delta los volvió en alerta debido a un repunte de casos significativo que no veían desde el inicio en la ciudad de Wuhan.
Un repunte de casos en la ciudad de Nanjing se ha expandido a cinco provincias y a Beijing, lo que ha provocado que cientos de miles de personas hayan sido puestas en confinamiento en lo que las autoridades chinas intentan controlar los contagios.
Los nuevos contagios son de la variante Delta y comenzaron en el aeropuerto de Nanjing, donde se han detectado un total de 184 contagios locales después de que nueve trabajadores del servicio de limpieza dieran positivo el 20 de julio. Otras 206 infecciones son vinculadas a ese mismo brote.
China sometió a dos pruebas de diagnóstico a los 9.2 millones habitantes de la capital de Jiangsu, Nanjing. Lo que provocó dudas sobre la efectividad de las vacunas locales, ya que que la mayoría de los pacientes contagiados ya habían sido inmunizados.