Algunos países en el mundo sufren por no tener acceso directo a las vacunas que fabrican diversos laboratorios, algunos están haciendo fila para poder obtener inoculaciones para sus poblaciones, ya que no hay capacidad para elaborar las millones que se necesitan.
Es por esto que el tener vacunas disponibles para la población es de suma importancia, el virus ha dejado al menos 3.43 millones de muertos lamentablemente y se espera que el número aumente por la gran cantidad de contagios que hay aún en algunas regiones.
Las vacunas contra el COVID-19 tienen un manejo especial
Sabemos que las vacunas contra el COVID-19 deben tener un manejo adecuado, además de estar a una temperatura determinada para que duren un tiempo determinado sin alterar su composición.
De esta forma, vemos que las vacunas deben estar refrigeradas y para eso hay contenedores o refrigerados especiales, para mantener una temperatura óptima.
Pero algunas personas que ignoran estas medidas, muchas vidas están en peligro, ya que el perder una vacuna significa poner en riesgo a las personas, así que se debe tener mucho cuidado con el manejo de las dosis.
Hombre echa a perder 1,000 vacunas contra COVID-19 por conectar su móvil
Sin embargo, no en todas partes parecen tener claras estas medidas, ya que en Kirguistán, más de mil vacunas se fueron directamente a la basura gracias al descuido de un hombre.
Resulta que el hombre estaba usando su teléfono móvil, pero al ver que la batería se le agotaba, se le hizo fácil desconectar un refrigerador donde estaban depositadas las vacunas contra el COVID-19 y enchufar su dispositivo.
Al no tener la temperatura adecuada, las vacunas alteraron su composición, por ende, dejaron de ser útiles y tuvieron que ser desechadas por un descuido de un trabajador.
Autoridades de Kirguistán ya investigan este descuido
Autoridades de Kirguistán confirmaron que un hombre desperdició alrededor de mil vacunas Sputnik V, las cuales formaban parte de un lote de 20 mil dosis que Rusia donó a ese país como un gesto de ayuda.
Actualmente, Kirguistán experimenta una tercera ola de COVID-19. Ante este lamentable hecho, el gobierno ya está investigando y el hombre podría ir a prisión.
El incidente ocurrió el pasado mes de abril, pero las autoridades de Kirguistán apenas informaron de lo que ocurría, asegurando que ya se encuentran investigando al responsable de esto.
“Si la culpa es de uno de los empleados, de la señora de la limpieza o de otra persona, la clínica tendrá que responder económicamente”, dijo Alimkadyr Beyshenaliyev, ministro de Sanidad de Kirguistán.
Según reportes, un empleado de mantenimiento en una clínica pública podría ser el responsable de este desperdicio de más de 1,000 vacunas.