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Hinkston quiere iniciar una organización para ayudar a jóvenes necesitados. (Foto: FB Patricia J Williams)

La ternura invadió a un hombre que observó a un niño jugando a encestar un balón en un bote de basura. Conmovido, el sujeto decidió regalarle un aro de basquetbol real.

Devin Hinkston, de 30 años, vio al pequeño jugando con el bote de basura cuando pasó por su vecindario en automóvil. De inmediato se planteó la idea de regresar a sorprender al niño.

Horas después, Hinkston regresó al domicilio del pequeño Jeremiah, de 8 años, y habló con Patricia Williams, abuela del niño, a quien explicó que le había comprado un aro a su nieto.

"Este hombre era un completo extraño. Empecé a llorar porque era un ángel disfrazado", dijo Williams.

El pequeño Jeremiah, que juega en la liga de su iglesia, estaba muy emocionado por el noble gesto de Hinkston, quien también estaba muy conmovido por la ilusión del pequeño.

"Jeremiah estaba en el fondo saltando de alegría y ella saltaba y yo lloraba. Fue especial", aseguró Hinkston.

Más tarde ese mismo día, un inspirado Jeremiah anotó 12 puntos y guio a su equipo al triunfo con una gran actuación.

Pero la labor de Hinkston no había terminado, pues prometió regresar para ayudar a Jeremiah a armar su aro. Devin espera algún día formar una organización sin fines de lucro para apoyar a más jóvenes de su comunidad.

"Siempre lo hago (actos de bondad al azar). Veré a los niños en la tienda de la esquina y les compraré algo para picar. Veré a una persona sin hogar y le compraré una chaqueta de bombardero o algo de comida. Nunca publico sobre eso en las redes sociales porque esa no es la razón por la que lo hago. Lo hago con el corazón. Siempre debes ser amable. Nunca se sabe por lo que está pasando alguien más", aseguró Hinkston.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com