La salud de una mujer pasa por varias etapas en las que aparecen dolencias o enfermedades más o menos comunes, que ameritan hacerse estudios preventivos dependiendo de su edad. En gran parte, esta acción previa a la adultez es responsable de una buena salud y una larga vida.
Tanto para hombres como para mujeres, existen diversos chequeos médicos recomendados según su edad, que pueden ayudar a detectar problemas de salud en etapas tempranas y prevenir complicaciones. Para ellas, hay desde revisiones ginecológicas hasta pruebas de densidad ósea, que tienen un tiempo para brindarle una atención específica.
Eso sí, los resultados de los exámenes dependerán de mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaquismo y el consumo de alcohol.
¿Qué estudios se debe hacer una mujer en su adolescencia?
Durante la transición de la niñez a la adolescencia, se establece una base sólida para la salud futura. Luego de los habituales chequeos con el pediatra, le sigue la visita a un nuevo especialista: el ginecólogo.
Las adolescentes deben comenzar a visitar al ginecólogo para obtener orientación sobre la salud reproductiva y recibir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que ayuda a prevenir el cáncer de cuello uterino. Este médico además puede ordenar estudios hormonales en caso de que la paciente presente irregularidades menstruales.
Otro médico que puede ser de utilidad en estas edades es el odontólogo, con el fin de comenzar una nueva rutina de evaluaciones, limpiezas frecuentes, prevención de las caries, así como posibles correcciones dentales que involucran a un ortodoncista.
¿Qué exámenes se recomiendan para las mujeres en edad adulta joven?
Entre los 20 y los 40 años las mujeres deben continuar con las visitas periódicas al ginecólogo para realizar exámenes pélvicos y pruebas de Papanicolaou (Pap) para detectar posibles anomalías cervicales. La frecuencia de éstos está entre los 6 meses al año, no más.
Además, es importante realizarse pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual (ETS) si son sexualmente activas. Se recomienda también evaluar regularmente la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre para prevenir enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Inmediatamente después de los 40 también son necesarios los exámenes de la vista por la inevitable presbicia propia de la edad. Y, es tiempo de atender el cáncer de mama.
Pruebas médicas que toda mujer en edad media debe hacerse
Durante la etapa de los 40 a 60 años, las mujeres deben prestar especial atención a la salud mamaria. Se recomienda realizar mamografías al menos una vez al año para detectar el cáncer de mama en etapas tempranas. En ocasiones, un eco mamario complementario puede ser necesario.
Un vistazo a la salud del corazón comienza a ser imprescindible, con el fin de prevenir accidentes cerebrovasculares, infartos o similares.
Además, es importante hablar con el médico sobre el riesgo de osteoporosis y realizar pruebas de densidad ósea si es necesario. Las mujeres en esta etapa también deben continuar con los exámenes ginecológicos regulares y las pruebas de detección de ETS si son sexualmente activas.
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Llegaron los 60, estos son los exámenes para prevenir enfermedades en las mujeres
En esta etapa de la vida, las mujeres deben seguir con los exámenes de detección de cáncer de mama y cervical, así como las pruebas de densidad ósea. Se suman las pruebas de detección de cáncer colorrectal y discutir con el médico sobre la necesidad de una colonoscopia.
Desde los 60 años los demás estudios vendrán en función con dolencias específicas, más que preventivas. Sin embargo, fuera de cualquier anomalía se recomienda evaluar la función tiroidea y controlar la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre para prevenir enfermedades crónicas. Es posible que también sea tiempo de una visita específica con el odontólogo, por la caída o deterioro de los dientes.