El príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa, Meghan, visitaron a la reina Isabel II en el castillo de Windsor en su primera visita conjunta a Gran Bretaña desde que se desvincularon de la Familia Real.
No fue un viaje exclusivo para ver a la monarca. Según la oficina de la pareja visitaron a la reina, de 95 años en su camino a Holanda, donde asistirán a los Invictus Games. Harry, nieto de Isabel II, es uno de los fundadores y mecenas de la competición deportiva internacional para militares veteranos heridos.
Enrique y Meghan renunciaron a su posición en la realeza y se mudaron a Estados Unidos en 2020. Explicaron la decisión por la presión insoportable de sus funciones y las actitudes racistas de los medios británicos.
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La pareja, conocida también como los duques de Sussex, perdieron la escolta policial, financiada con dinero público, al abandonar la institución. Enrique demandó al gobierno británico por negarse a permitirle pagar su propia seguridad policial durante sus visitas. Sus abogados dicen que el hijo del heredero al trono quiere llevar a sus hijos — Archie, que tiene casi 3 años y Lilibet, de 10 meses — al país pero sostienen que es demasiado arriesgado hacerlo sin protección policial.
Está previsto que Enrique y Meghan asistan el viernes a una recepción en La Haya por los Invictus Games, que se celebrarán entre el sábado y el 22 de abril.