Nos aproximamos a los primeros seis meses de la administración del presidente Donald Trump, tiempo en el cual la situación de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos se ha tornado incierta. Muchos han regresado a las sombras, motivados por las políticas severas que deshumanizan a los inmigrantes, y los arrestos constantes en donde las cifras de deportados son más importantes que el principio de unir a las familias. ¿Qué hacer frente a esta nueva realidad? La respuesta puede estar encerrada en la palabra: resiliencia.
En psicología la resiliencia es la capacidad de superar la adversidad. Etimológicamente proviene de la raíz latina “resilio” que significa “rebotar”, es decir caer y levantarse nuevamente. Esto no quiere decir resignación pasiva frente a las adversidades de la vida, sino buscar la manera de salir fortalecidos de ellas. No es cuestión de cuánto una persona puede aguantar, sino cómo se puede robustecer a pesar de la crisis.
Para la afamada psicóloga española Rosario Linares: “La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial. Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles”.
Pese a que la resiliencia no es una capacidad innata, todos la podemos desarrollar. Un factor muy importante a la hora de crear esta nueva actitud ante las adversidades es contar con el apoyo de personas que se preocupen por nosotros: nuestra familia, los amigos, los vecinos, la iglesia, las organizaciones comunitarias. Aceptar ayuda y apoyo de personas que lo quieren y escuchan, fortalece la resiliencia.
“Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles”, asegura la Dra. Linares.
Para la American Psychological Association un paso importante hacia la resiliencia es evitar ver las crisis como un conjunto de obstáculos insuperables. Debemos aceptar que el cambio es parte de la vida. Usted no puede evitar que ocurran situaciones desafiantes, pero sí puede cambiar la manera como interpreta y reacciona ante estas situaciones.
Asumir las dificultades como una oportunidad para aprender requiere estar conscientes de nuestras potencialidades y limitaciones, además exige el desarrollo de una visión optimista de la vida, lo cual es posible cultivando la fe.
Miles de familias están siendo separadas, y lo cierto es que el panorama en el corto plazo para los indocumentados no es alentador, pese a esta realidad, es en estos tiempos de incertidumbre cuando debemos trabajar más que nunca por cambiar el ambiento social y político en el que está inmerso el país, debemos aprender a ser cautelosos, pero nunca perder la esperanza. Esta etapa sombría pasará y debemos avanzar con resiliencia para fortalecer a nuestra comunidad.
Resiliencia: el arma para enfrentar una época sombría
