Un año ha pasado desde la terrible tragedia donde el exjugador de la NFL, Phillip Adams, asesinó a seis personas a tiros en una casa de Rock Hill, en Carolina del Sur.
Fue el 7 de abril de 2021 cuando Adams le quitó la vida al reconocido Dr. Robert Lesslie, su esposa Bárbara, sus dos nietos Adah y Noah, además de dos trabajadores del lugar identificados como James Lewis y Robert Shook.
De acuerdo a la información del condado de York, tras el múltiple homicidio que cometió Adams en la casa de Lesslie ubicada en Marshall Road, procedió a quitarse la vida con un tiro en la cabeza.
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Los familiares de las víctimas han lidiado durante estos 12 meses con la situación que los dejó muy vulnerables.
Durante este tiempo, la familia de Robert Shook presentó una demanda por homicidio culposo contra el patrimonio de Adams.
“Era fuerte. Él era un héroe. Era mi héroe, el héroe de todos”, señaló la hija mayor de Shook, Keleigh.
Tuvieron que pasar poco más de ocho meses, para que las autoridades revelaran que Adams sufría de CTE en etapa dos, una enfermedad cerebral que afecta a los exjugadores de la NFL.
“En entrevistas con la familia Adams, supimos que sufrió varias conmociones cerebrales, que se sabe que conducen a una encefalopatía traumática crónica, comúnmente conocida como CTE”, aseguraron las autoridades el pasado mes de diciembre.
Pese a las investigaciones, no se conoce el motivo que llevó a Adams a matar a las personas.
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Ha sido un año complicado para la propia familia de Adams. Su padre aseguró que es “muy difícil” entender lo ocurrido y que continúan orando por las víctimas y sus familias.
Phillip Adams jugó en la NFL durante cinco años, desde que fue reclutado por los 49ers en 2010, y pasó por Patriots, Seahawks, Raiders, Jets y Falcons, antes de retirarse en 2015.