El COVID-19 sumó un nuevo hito en Estados Unidos con la marca de 900,000 muertes en los dos años que va de pandemia, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Un hecho que permite dimensionar la relevancia de los 900,000, es que esta es una cifra mayor que la población de Indianápolis, San Francisco o Charlotte.
Hace menos de dos meses parecía lejos este número, pero ómicron mucho más contagiosa aceleró los casos. A pesar de que la variante en teoría enferma con menor gravedad, ataca con fuerza a personas no vacunadas.
Estadounidenses mueren de COVID por no estar vacunados
Solo el 64 % de la población está completamente vacunada, o alrededor de 212 millones de estadounidenses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC.
El Dr. Ashish K. Jha, decano de la Universidad de Brown, aseguró que:
"Tenemos la ciencia médica correcta. Fallamos en las ciencias sociales. Fallamos en cómo ayudar a las personas a vacunarse, combatir la desinformación, no politizar esto".
Subestimar a un enemigo poderoso es la causa de que hoy muchas familias estén en luto.
"No nos hemos preparado suficientemente para protegernos", dijo el Dr. Joshua M. Sharfstein, profesor en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg. "Hemos aprendido una enorme cantidad de humildad frente a un virus respiratorio letal y contagioso".
Entretanto, el Dr. Andrew Noymer, profesor de salud pública en la Universidad de California en Irvine, predijo que para el 1 de marzo se llegará a 1 millón de muertes por COVID.
Más muertes, menos casos nuevos de COVID-19
En contraste, el número trágico llega con la buena noticia de una merma de casos nuevos por coronavirus en 49 de los 50 estados.
Un reporte de varias agencias estadounidenses afirma que las teorías conspirativas y otros mensajes desinformativos aumentan las amenazas de extremismo violento en el país.
Los casos nuevos se han reducido en todo el país de un promedio diario de más de 800,000 a mediados de enero a 357,000. Adicionalmente, la curva tiende a descender en todos los estados excepto Maine.
El número de personas hospitalizadas con COVID-19 también ha bajado 15 % en ese período a unas 124,000.
¿Por qué entonces hay más muertes? Al menos 35 estados todavía ven el reflejo del tiempo transcurrido entre el momento de contagio y de deceso del enfermo. Pero ante estas tendencias, las autoridades de salud pública esperan que lo peor de ómicron esté acercándose a su fin, aunque advierten que podría volver a empeorar al aparecer nuevas posibles variantes peligrosas.
El uso de mascarillas y las vacunas son todavía las principales armas para poder erradicar los peligros del virus.