Translate with AI to
Latina trans enfrenta la deportación tras faltar a corte: "Mi única opción es irme de este país", dice Sami Ramírez Zuñiga, una maquillista profesional detenida en Carolina del Norte.

No presentarse a una audiencia judicial cambió todo para Sami Ramírez Zuñiga, una latina trans y maquillista profesional que se encuentra detenida en la cárcel del condado de Gaston. Actualmente, entre celdas lucha contra la depresión, falta de apoyo familiar y la amenaza de deportación

Diagnóstico, duelo y recaía en el alcohol afectaron su situación migratoria

En 2020, Sami tenía estabilidad migratoria por una petición familiar. Contaba con sus documentos en regla, pero su salud mental, marcada por un trastorno bipolar no diagnosticado, comenzó a deteriorarse un año antes, lo que le llevó a tomar malas decisiones. Entre ellas, conducir en estado de ebriedad y acumular dos DWI (conducción bajo la influencia de sustancias).

En el 2019 sufrí de depresión, porque soy bipolar, pero en ese tiempo no lo sabía. En medio de la depresión me sumergí en consumir drogas y tomar y me pusieron una multa por conducir borracha (DWI o conducción bajo la influencia de sustancias). El caso fue cerrado, pero luego me pusieron otro cargo por lo mismo en 2020”, dijo a La Noticia.

El primer cargo por conducir bajo los efectos del alcohol fue desestimado con la ayuda de un abogado en el 2023. Sin embargo, Sami comenzó con un proceso obligatorio de rehabilitación, donde se enteró sobre su trastorno bipolar. A pesar de su avance, en mayo de 2023 sufrió una crisis depresiva, después de que su pareja se quitara la vida. 

Él se mató e incluso mató a nuestra mascota (una gata). Ese día, él entró a mi cuarto, se despidió de mí, porque yo iba a viajar con unas amigas a Nueva York y se fue a su cuarto. Luego escuché un ruido y pensé que algo pesado se había caído, pero cuando entré lo vi tirado con un agujero en la cabeza. Se disparó y me volví histérica. Nunca había visto algo así. Mi mundo se cayó, caí en depresión, porque nos íbamos a casar”, recordó.

De la estabilidad migratoria a la cárcel de Gastonia

Sami relató que, en los meses siguientes, cayó en una profunda depresión y dejó pasar su audiencia en la Corte de Charlotte relacionada con el caso de DWI. Poco después, se vio envuelta en una pelea en Gastonia, lo que resultó en un nuevo cargo por agresión. Haber faltado a ambas audiencias judiciales marcó un punto de quiebre que hoy define su situación legal y su futuro migratorio.

Asegura que el temor a las posibles consecuencias, sumado al clima actual hacia los inmigrantes indocumentados, la llevó a tomar la decisión de no asistir a corte en el 2023, 2024 y comienzos del 2025.

Desde entonces, su situación legal se agravó. Fue arrestada en marzo de este año y ahora se encuentra en una celda en la cárcel del condado de Gaston junto a hombres, sin saber hasta cuando tiempo estará detenida. De sus 30 años de vida, Sami ha pasado 26 en Carolina del Norte. Sin embargo, después de la detención, será deportada a su país natal, México.

Por lo general, cuando uno entra a la cárcel, te hacen una audiencia en donde te dicen los cargos y te preguntan si quieres contratar a un abogado o a un defensor público. A mí no me hicieron esa audiencia. Consulté a un abogado y me dijo habló de que yo tuve varias audiencias, pero no me llevaron y siento que estoy de adorno… Lo que me dijo el abogado es que yo puedo estar aquí hasta 12 meses y luego me van a llevar a un centro de inmigración o que puedo pagar una fianza de $5,500, pero de igual forma me van a llevar al Stewart Detention Center en Georgia esposado y luego me deportarán”, explico.

Pague o no pague fianza, la deportación es inminente

En este caso de Sami, su situación refleja el cruce entre el sistema penal y el migratorio. Aunque pudiera pagar la fianza penal, aún se enfrentaría ante una corte migratoria, donde se pudiera ordenar su deportación o una segunda fianza.

Anteriormente, si usted era indocumentado y cometía una infracción, como manejar bajo influencia de alcohol, o un caso de violencia doméstica, o abuso a un menor, era procesado y podía pagar una fianza y salir de la cárcel, con la obligación de presentarse en corte. Pero ahora, lo pueden mantener por 48 horas en el centro de detención, aun cuando pague la fianza, para que se dé tiempo a los agentes de ICE de recogerlo y procesarlo”, explicó la abogada de inmigración, Yesenia Polanco, durante una charla en la cual explicó cómo funciona la colaboración de alguaciles de Carolina del Norte con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Sami ha considerado aceptar la deportación y sus amistades crearon una recaudación de fondos en GoFundMe para que pudiera iniciar una nueva vida en México. 

“Yo creo que mi única opción es irme de este país”

A lo largo de esta situación, Sami menciona haber sido abandonada por su madre desde los 14 años. “Me echó a la casa, por eso trabajo como maquillista desde los 16. Ella y su esposo tienen una compañía de concreto, pero le pedí $300 y me mandó a la chingada”. Cuenta que sin apoyo familiar o financiero, su mejor opción es esperar el tiempo necesario en el centro de detención de Gastonia y luego autodeportarse.

Yo creo que mi única opción es irme de este país. Siento que la muerte de mi ex aún me sigue afectando y que una parte de mí no ha salido del luto. Además, por más que quiera contratar a un abogado de inmigración, no tengo el apoyo para eso. Incluso pensé en usar el dinero de GoFundMe en pagar la fianza, pero me van a deportar a un país que no conozco, donde no sé ni usar el peso y hay familiares que no he visto en 26 años. Siento que el tiempo que he estado aquí ha sido duro, pero lo he usado para rehabilitar mi mente”, describió sobre su situación actual.

Agregó: “Lamento haber faltado a corte, porque cuando uno falta pasa esto y ahora tengo sueños que siento que nunca en mi vida se van a cumplir. Y aunque yo siento que soy de aquí (Estados Unidos), me quiero ir para México y comenzar de nuevo. Pero en estos momentos, estoy encerrado y aun llorando por un hombre que ya no está”, 

Periodista de profesión, ávida lectora por vocación. Tiene un máster en Ciencias Criminológicas de la Universidad del Zulia, Venezuela. Le apasiona conocer nuevas realidades y contarlas.