Estar en TikTok puede ser divertido, pero también es una aplicación que puede consumir mucho tiempo, algo que las autoridades de una escuela en Carolina del Norte notaron, por lo que decidieron quitar todos los espejos de los baños para que los alumnos se concentren en sus estudios y no en la red social.
Se trata de Southern Alamance Middle School, en el condado de Alamance, que ha llamado la atención nacional y hasta internacional por la medida que implementaron luego de notar que los estudiantes tomaban numerosos descansos para ir al baño.
Las líderes de la escuela decidieron quitar los espejos de los sanitarios y con ello también vieron una caída drástica en la frecuencia que los estudiantes solicitaban permiso para ir a los baños.
En una carta enviada a los padres de familia, la escuela aseguró que se esfuerzan por limitar las distracciones para que los estudiantes puedan concentrarse en el aprendizaje.
Además de los espejos, qué otras medidas ha tomado la escuela para alejar a los estudiantes de TikTok
La escuela también implementó un sistema de pase digital que le pide a los estudiantes registrar sus entradas y salidas de clase y esto ayuda a los académicos a realizar un seguimiento de dónde se encuentran los alumnos en todo momento.
Josh Golin, director ejecutivo de Fairplay ha dicho que si bien los académicos están desesperados, la medida de prevención debería de llegar por parte de las plataformas de redes sociales, como TikTok, para evitar que los jóvenes, adolescentes y niños se vuelvan adictos, además de exponerlos a contenidos peligrosos.
De acuerdo con Mayo Clinic, las consecuencias negativas del uso de redes sociales en adolescentes puede ir desde la distracción y la irrupción del sueño hasta exponerlos al hostigamiento, propagación de rumores, opiniones poco realistas sobre la vida de otras personas y a la presión de grupo.
Un estudio citado por Mayo Clinic reveló que los niños que pasaban más de tres horas por día en las redes sociales estaban en mayor riesgo de tener problemas de salud mental y usar redes sociales más de tres veces por día predecía una mala salud mental y un bienestar deficiente en los adolescentes.