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Lo que era una simple sesión de trabajo de la Junta Escolar del Condado de Cabarrus, Carolina del Norte, se convirtió en una lamentable muestra de racismo.

Los comentarios controvertidos han suscitado algunas preocupaciones entre los miembros de la junta y la gente de la comunidad.

Fue durante una discusión sobre la posición de los miembros de la junta acerca de si los niños usan mascarillas en las escuelas, que el vicepresidente del organismo Tim Furr culpó del aumento actual de los casos de COVID a los "extranjeros ilegales".

“Tengo mucho que decir acerca de esto, pero mejor no”, dijo Furr.

“No estoy tratando de estar en un caballo alto, y no estoy tratando de hacer esto político”.

“Pero hasta que este gobierno mantenga a los extranjeros ilegales por miles que cruzan la frontera sin mascarillas, con COVID, poniéndolos en autobuses y enviando en todo Estados Unidos, simplemente nos golpeamos la cabeza contra la pared”.

La miembro de la junta, Keshia Sandidge, intentó interrumpir los comentarios de Furr.

"¿Hablamos en serio ahora?", cuestionó.

Pero la presidenta de la junta Holly Grimsley la detuvo, diciendo que no se le permitía interrumpir.

Sandidge emitió una extensa declaración el pasado martes 3 de agosto por la tarde en respuesta a su arrebato.

En él, se disculpó por interrumpir, pero también le pidió a Furr que se disculpara por su "declaración inexacta".

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