Cuando obreros de la construcción mueren en el trabajo, sus muertes no suelen aparecer en los titulares.
Para arrojar luz sobre algunas de sus vidas -y muertes-, The Charlotte Observer entrevistó a familiares y examinó registros del departamento del trabajo estatal, autopsias e informes policiales.
Los siguientes resúmenes describen algunas de las tragedias.
Caídas
Las caídas son la causa más común de muerte en la construcción en Carolina del Norte. Provocaron la muerte de más de 140 obreros de la construcción en el estado durante la década que terminó en 2023, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos y el Departamento del Trabajo de Carolina del Norte.
Jason Goodman era un buen carpintero, pero había planeado colgar el martillo para poder seguir su ambición de ser agricultor, dijo su hermano Jeramy.
Nunca cumplió su sueño.
Poco antes del mediodía del 1 de julio de 2022, Goodman estaba de pie sobre una carretilla elevadora con una carga de madera contrachapada para el techo de una casa que estaba ayudando a construir en el Condado Rowan. Ya estaba a unos 12 o 15 pies de altura cuando las cosas salieron mal, dijo Mark McDaniel, capitán de la Policía condal.
Cuando un compañero de trabajo movió la carretilla elevadora, la madera contrachapada se desplazó, tirando a Goodman al suelo, según los registros del Departamento del Trabajo del estado. Las planchas de madera cayeron sobre Goodman y lo golpearon en el pecho. Murió en el lugar de los hechos. Tenía 43 años.
Autoridades estatales de seguridad sancionaron al contratista, Speck Builders, con cinco infracciones graves. Entre ellas: tener un operador de carretilla elevadora que no estaba capacitado; usar una plataforma de carretilla elevadora que no estaba diseñada para levantar personas y no tener barandilla o sistema de seguridad para evitar una caída.
El estado impuso a Speck Builders una multa de $11,900. Jeramy Goodman dijo que sabe que nadie pretendía hacer daño a su hermano. Pero calificó la multa del estado de “nada comparado con la vida de un hombre”.
Goodman dejó una hija, que ahora tiene 14 años, y muchos amigos y parientes afligidos que recuerdan sus dones: su habilidad para restaurar autos viejos, su capacidad para hacer nuevos amigos en cuestión de minutos, su talento para hacer reír a la gente.
“Era un gran pueblerino”, dijo su hermano. “Y le caía bien a todo el mundo”.
El presidente de Speck Builders no respondió a las peticiones de declarciones.
Ricardo Aguilar Alemán, de 51 años, estaba trabajando para un contratista industrial en la sede de Durham del fabricante de semiconductores Wolfspeed el 17 de julio de 2023 cuando cayó por un agujero en el suelo, según los registros del Departamento del Trabajo. La caída de 14 pies sobre el suelo de concreto mató a este padre de cuatro hijos.
Inspectores de seguridad laboral descubrieron que no se había asegurado una plancha de contrachapado que debía cubrir el agujero. Multaron al contratista de Raleigh, Southern Industrial Constructors, con $20,825 por dos infracciones graves.
Ofelia Aguilar Baldwin, una de las hijas de Alemán, dijo que era un padre cariñoso, un inmigrante mexicano trabajador y soldador calificado y con experiencia. Debería haber sido advertido del hueco en el suelo, dijo.
“No se toma tan en serio como se debería la seguridad de los trabajadores de la construcción”, dijo.
Funcionarios de Southern Industrial Constructors no respondieron a las peticiones de declaraciones.
Derrumbes de zanjas
Los derrumbes de zanjas pueden sepultar a los trabajadores de la construcción bajo miles de libras de tierra y rocas en cuestión de segundos. Por eso, excavar y abrir zanjas es una de las operaciones de construcción más peligrosas.
Según el Departamento del Trabajo federal, en 2022 murieron 39 trabajadores en estas tareas. En Carolina del Norte, al menos ocho trabajadores de la construcción han muerto en derrumbes de zanjas desde 2014, muestran los registros.
Anthony Sharpe estaba sacando tierra de una zanja de 7 pies de profundidad la tarde del 19 de mayo de 2021, trabajando para reemplazar el sistema de drenaje de un estacionamiento en Taylorsville. De repente, una pared de la zanja se derrumbó y lo enterró hasta el cuello en la suciedad y el asfalto, muestran los registros. Sharpe, de 38 años y padre de dos hijos, murió a causa de traumatismos contusos, reveló la autopsia.
Inspectores estatales de seguridad laboral concluyeron que la empresa, Barnes Backhoe and Grading, no había proporcionado un sistema adecuado para proteger a los empleados de los derrumbes de zanjas.
Los reguladores también descubrieron que la empresa no había proporcionado una escalera u otro medio seguro para que los empleados salieran de la zanja, y que no había instruido a los empleados sobre cómo reconocer y evitar los peligros de las zanjas.
El estado multó a la empresa por cuatro infracciones graves y una intencionada, la más grave. Propuso una multa de $39,200, pero la redujo a $29,400 tras negociar con la empresa.
Sharpe dejó una prometida y dos hijos adolescentes. Le encantaba pescar, cazar mapaches y escuchar todo tipo de música, desde bluegrass hasta rap, dijo su madre, Patsy Sharpe.
En el servicio fúnebre de Sharpe en la Three Forks Baptist Church, en Taylorsville, su ciudad natal, unas 70 millas al noroeste de Charlotte, no cabían más personas. Tenía docenas de amigos que le querían por su amabilidad, su carácter alegre y su hilarante sentido del humor, dijo su madre.
“Se acercaba a ti sonriendo, y te ibas sonriendo”, dijo su madre. “Echo de menos a ese chico”.
El presidente de Barnes Backhoe no respondió a las solicitudes de declaraciones.
En una mañana de octubre de 2021, José Rigoberto Reséndiz estaba trabajando en una zanja de 15 pies de profundidad, ayudando a instalar una línea de alcantarillado cerca de North Hills Shopping Center en Raleigh, cuando ocurrió la tragedia.
Una pared de la zanja se derrumbó, sepultando a Reséndiz y atrapando a otros dos trabajadores. Reséndiz murió a consecuencia de sus lesiones. Los otros dos trabajadores resultaron heridos.
Reguladores descubrieron que los empleados no estaban capacitados para reconocer y corregir los peligros relacionados con la apertura de zanjas. También concluyeron que no había “ninguna persona competente en el lugar para realizar una inspección diaria” y afirmaron que los empleados que trabajaban ese día no tenían los conocimientos ni la capacidad necesarios para realizar esas inspecciones.
Multaron a la empresa, William Parrish Plumbing, con $6,300 por tres infracciones graves.
Reséndiz, de 38 años, era conocido como Ojos, un apodo que recibió de niño por sus hermosos ojos, dijo uno de sus hermanos mayores, José Efraín Reséndiz. Le encantaba jugar al fútbol y hacer ejercicio en el gimnasio, a veces durante dos o tres horas seguidas. Tenía el físico de un culturista, dice su hermano.
Padre de tres hijos, a veces trabajaba entre 60 y 70 horas a la semana en la construcción para poder enviar dinero a su familia en México.
“Quería a todos”, dijo su hermano. “Todos lo querían”.
William Parrish, presidente de la empresa de fontanería, no respondió a las solicitudes de comentarios.
Electrocuciones
Las electrocuciones son otra causa común de muertes en la construcción. En los últimos tres años, al menos nueve obreros de la construcción han muerto electrocutados en Carolina del Norte, según datos estatales.
El 25 de julio de 2022, James McKenzie intentaba desmontar las luminarias de un estacionamiento del Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas poco después de medianoche, cuando abrió una caja de empalmes de 277 voltios y entró en contacto con los circuitos eléctricos, muestran los documentos estatales. Murió electrocutado.
McKenzie, de 40 años y habitante de Fort Mill, dejó a su esposa y una hija de 3 años.
El empleador de McKenzie, Rosendin Electric, fue multado por no proteger a los trabajadores desenergizando y poniendo a tierra los circuitos eléctricos o protegiéndolos con aislamiento u otros medios.
El Departamento del Trabajo del estado propuso imponer una multa de $14,502 a la empresa de McKenzie, Rosendin Electric, pero acordó retirar la multa y la sanción después que la empresa accedió a realizar una “reunión de seguridad” a escala nacional con los empleados para hablar del incidente y de los requisitos para trabajar en circuitos eléctricos bajo tensión.
“La máxima prioridad de Rosendin es, y siempre ha sido, mantener entornos de trabajo seguros y cumplir nuestros estándares de seguridad para garantizar que nuestros empleados estén capacitados y protegidos de los riesgos laborales”, declaró la empresa en un comunicado enviado en respuesta a las preguntas de The Observer sobre la muerte.
Accidentes con vehículos y maquinaria
El 18 de julio de 2021, Miguel Ángel Martínez trabajaba en el turno de noche en las obras de un almacén de Amazon en construcción en Pineville. El lugar de trabajo había experimentado allanamientos y robos, y se le había pedido a Martínez que ayudara a identificar a cualquier persona en el sitio después de horario.
Martínez estaba buscando intrusos esa noche cuando el vehículo todoterreno que conducía se volcó tras una curva cerrada, según los registros del Departamento del Trabajo del estado. Murió aplastado por el vehículo.
Los registros muestran que el vehículo no estaba en condiciones de ser conducido.
Martínez se había quejado de los frenos del vehículo unos días antes. Un técnico comprobó que los frenos no funcionaban y colocó una etiqueta roja en la plataforma del vehículo para indicar el problema, según los registros estatales. Pero el vehículo no fue retirado del servicio y nadie le dijo a Martínez que no lo usara, según los registros.
Los organismos reguladores citaron a la empresa Conlan por no realizar inspecciones de seguridad frecuentes y periódicas de dichos vehículos y por no capacitar a los empleados sobre cómo usarlos de forma segura. El departamento del trabajo propuso $13,300 en multas, que se redujeron a $11,970 tras negociar con la empresa.
Funcionarios de la empresa Conlan no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Con la colaboración de Gavin Off, reportero de base de datos.
Aquí el enlace a la versión en inglés de la historia:
https://www.charlotteobserver.com/news/local/article288118725.html
Este reportaje de investigación del Charlotte Observer se publica con autorización.