La pandemia de COVID-19 nos dejó muchas historias trágicas, pérdidas de seres queridos, pero también nos mostró historias de amor y empatía como la de Vallerie Dow, una mujer que lleva semanas sentada afuera del hospital en el que está su esposo internado con la enfermedad.
La mujer lleva 13 días comunicándose con su esposo, Scott Dow, a través de videollamadas.
A pesar de que ella sí tiene las vacunas contra la COVID-19, su esposo no, por lo que se contagió y terminó en un hospital de New Hampshire.
Vallerie y Scott llevan 18 años casados y ella considera a su esposo la otra mitad de su vida
"Puedes usar Facetime desde cualquier lugar, pero mi esposo está en esa habitación. Mi esposo me necesita y yo necesito que él sepa que estoy aquí. Quería que sacara toda la fuerza que pudiera de mí", menciona Vallerie Dow al medio local WMUR.
La mujer llega a las 7:30 am al hospital y se marcha hasta el atardecer, pues quiere permanecer lo más cerca de su esposo y ya lleva semanas.
Vallerie se lamenta mucho que su esposo no se haya puesto las vacunas contra la enfermedad.
"Si no está vacunado, póngase la vacuna, porque no quiere estar donde estoy", mencionó.
Scott comenzó con una fuerte fatiga que lo llevó al hospital, ahí falló su nivel de oxigenación.
Los doctores consideraron intubar a Scott, situación que lo llenó de terror ante todas las historias de casos así en la pandemia.

El hombre empezó a llamar a sus familiares para despedirse.
"Empecé a hacer llamadas telefónicas. Llamé a mi madre para despedirme. Llamé a mis hijos porque no sabía", dijo.
Las enfermeras, que confirmaron la fuerte relación entre Vallerie y Scott, lo ayudaron a mandarle un mensaje de amor a su esposa.
"Entonces, una mañana, vine aquí. No recuerdo qué día fue. Pero todavía estaba luchando por su vida. Y miro hacia arriba, y hay un letrero que dice: 'Hola Vall', con un corazón en él. Oh Dios mío, lloré. Fue simplemente hermoso", recuerda Vallerie.
Tras dos semanas de espera de Vallerie, los doctores afirmaron que Scott está casi recuperado y que podría regresar a casa el viernes.